En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

martes, 29 de julio de 2014

Selección de Escritos de Rosenberg

Este texto de Rosenberg escrito en 1944, gracias a la traducción de .J. M. Un texto hasta hoy desconocido encastellano.
Este texto es un homenaje de Rosenberg a Nietzsche, pero sobre todo una exposición contra los argumentos que presentaban a Nietzsche como anti-alemán.

Sobre Friedrich Nietzsche (1944)


"En este momento, y en vista del choque entre dos mundos, la posición de Nietzsche en el pensamiento alemán y en el Ser europeo nos inspira hoy de una manera única.
Sé cuan controvertidos fueron estos dos elementos en su vida y que no es difícil encontrar citas aparentemente contradictorias, incluso mutuamente excluyentes. No obstante, cuando las palabras, sacadas de un ambiente totalmente diferente y escritas en diferentes épocas, son puestas en otro entorno, se convierten para nosotros en símbolos fugaces y aislados, particularmente si nosotros no conocemos al hombre y su completa esencia-estructura. Los elementos que pueden ser a menudo interpretados como indicios de resistencia o de rechazo a su alemanidad, no son con frecuencia indicativos de una lucha contra su propia esencia, contra el Deutschtum,sino más bien de un encarnizado choque con la esencia del mundo, tal y como aparecía entonces. Mucho de lo que parece estar lleno de odio es, en esencia,herido y decepcionado amor. Sólo si entendemos esto seremos capaces de comprender la vida no solamente de Nietzsche, sino de muchos otros luchadores en Alemania. Me gustaría recordar sólo aquellas bellas palabras que representan la medida del desorden interior de Nietzsche: aquí, declara que mantenía tan fervientemente la pura y fuerte semilla de la esencia alemana que esperaba que rechazase a aquellos elementos foráneos que se habían implantado violentamente dentro de ella; esperaba que el espíritu alemán volvería a sí mismo... “Quenadie crea que el espíritu alemán ha perdido para siempre su patria mítica,puesto que continúa comprendiendo con tanta claridad las voces de los pájarosque hablan de aquella patria. Un día ese espíritu se encontrará despierto, contoda la frescura matinal de un enorme sueño: entonces matará al dragón,aniquilará los pérfidos enanos y despertará a Brunilda -¡y ni siquiera la lanzade Wotan podrá obstaculizar su camino!” (1)."


Después de una discusión sobre el nacionalismo alemán de Nietzsche, que se muestra, dice Rosenberg, por los vestigios de Antisemitismo y sentimientos anti-franceses manifestados mientras estaba de servicio médico durante la guerra Franco-prusiana, vuelve a la investigación de Nietzsche sobre la crisis espiritual que había acosado el siglo diecinueve


"...Él sabía que habían sido detenidas las aguas de la religión y que había dejado detrás de sí pantanos y charcas;que las naciones se habían separado como enemigas y que deseaban hacerse pedazos las unas a las otras; que las ciencias habían seguido hacia adelante sin ningún tipo de moderación y en la más ciega seguridad en sí misma. Sin embargo, las clases cultas y los Estados se habían mantenido gracias a una “espléndidamente despreciable economía monetaria”. Nunca el mundo fue tan mundano y pobre enamor y cortesía como durante esta época. Las clases educadas no representaban ya ni la caridad ni el refugio. Más bien se volvían más inquietas y menos consideradas y amables. Todo, incluido el arte contemporáneo y las ciencias,estaba contribuyendo a la “aproximación a la barbarie”. Los elementos 'cultos' probaron ser los más grandes enemigos de la cultura, pues ellos buscaron engañarse respecto a la esencia de enfermedad general que sufría Alemania y de este modo obstruyeron cualquier tipo de cura. La verdad, sin embargo, respectoa la cual esta sociedad liberal y sin amor estuvo predicando tanto entonces, sehabía convertido en un término por completo deslucido para muchos, y los poderes ya no tenían ningún miedo a nada escandaloso o fuera de lo ordinario.De acuerdo con Nietzsche, la “verdad” de la época liberal es una criatura tranquilizadora y confortable que debe continuamente apoyar todo y que de ningún modo debe soportar ningún tipo de protesta en su nombre. Con todo, ella misma se convertía en un nuevo centro de Inquisición,manteniendo un silencio absoluto contra todo fenómeno contrario. Era por tanto obvio que una cierta melancolía y MUSTINESSS pesase fuertemente sobre los mejores de la época –una eterna vejación debida a la batalla entre el disimuloy la honestidad, una batalla que se libró en su propio pecho. Había una faltade confianza en sí mismo, pues era incapaz de ser al mismo tiempo guía y proveedor de cultura para los demás.
El espíritu de un periodismo desarraigado, quese llamaba ,ocasionalmente, a sí mismo filosofía, se precipitó sobre las universidades. Con el Fausto y el Nathan el Sabio en sus labios, “el lenguaje ylas perspicacias de nuestros nauseabundos jornaleros literarios”, alcanzó elpodium con una variedad culta e inteligente de conferenciante. Nietzsche estaba en contra de todo esto: si se habla de pensadores y de filósofos, es necesario para un filósofo tener una “masculinidad brava y recta”. En esta época, sin embargo, este tipo de hombre se había dejado de ver y se encontraba muy raramente. Este siempre decadente curso de los eventos produjo un ambiente quedebido a sus insuficiencias, así como a sus propias naturalezas delicadas,Hölderlin y Kleist tuvieron que perecer; ellos no habrían sido capaces deresistir el clima de la así llamada cultura alemana. Sólo “naturalezas fuertes,como Beethoven, Goethe, Schopenhauer y Wagner pudieron soportarlo”. Incluso tales figuras solitarias, con todo, necesitaron comprensión y compañeros ante quienes pudieran ser tan abiertos como si tratasen con ellos mismo; un compañero en cuya presencia el estorbar del silencio y la presunción fuesen aliviados. Si de este compañero hubieran sido privados, se habría fomentado en ellos una desesperación creciente por el desarrollo del espíritu alemán. Habría sido la peor acción posible que se podría hacer contra tales inusuales hombres,conduciéndoles tan profundamente dentro de ellos mismos que habrían emergido en erupciones volcánicas. “Todavía existirá siempre aquel semidios que soportavivir y que vive victoriosamente bajo tales terribles condiciones, si deseasoír su canción solitaria, escucha la música de Beethoven”. En otro lugar Nietzsche declara, “¿Cómo se puede encontrar un gran y productivo espíritu de sí mismo entre un pueblo que ya no es una unidad interna, con su estrato'culto' tan mal instruido e interiormente subvertido? ... ¿Cómo puede este espíritu resistir si la unidad de la percepción Volk ha muerto; si sabe que aquella parte que se llama a sí misma la parte culturizada del Volk, y que se ha apropiado para sí misma del espíritu artístico de la nación, falsifica y colorea esta percepción?”
Incluso ante la perspectiva de esta total evaluación,Nietzsche tiene la esperanza una vez más fundadas en el fuerte corazón alemán,en una forma alemana de escepticismo, en “el elevado espíritu de Federico elGrande entre los intelectuales” y más de una vez declaró que cuando sólo elrebaño animal era alabado y se le otorgaba honores en Europa; que esta Europatenía que alcanzar el poder un tipo humano totalmente diferente para alterar eldestino. Ofreció una minuciosa crítica de toda la estructura social, un crítica del movimiento marxista, que en aquella época había estado ya falsamente tildado de socialista –una crítica que, en lógica y devastación, es impensable incluso hoy. Para él, el marxismo es la tiranía de los menos, los estúpidos, de los superfluos, de los envidiosos y los actores de corte, llevada a su conclusión final. Era de hecho la última consecuencia de las “ideas modernas” y de su posterior anarquía. Nietzsche, sobre todo, se opuso a la tentativa de destruir el concepto de propiedad, ya que tal destrucción del concepto de propiedad promovería una destructiva lucha por la existencia...
Es comprensible que pensamientos de esta naturaleza –los cuales fueron puestos primariamente en forma razonada y más tarde como aforismos- cuando fueron presentados al auto-satisfecho mundo liberal,fuesen ignorados o asesinados con risas. Los hombres de esta época no tuvieron conocimiento de ellos, incluso cuando Nietzsche proféticamente interpretó la completa hipocresía de aquel paraíso descrito en el programa marxista de la sociedad ideal sin Estado en la cual no existiría la lucha de clases.
“El marxismo requiere una total subyugación detodos los ciudadanos ante un Estado incondicional como no ha existido nunca”.La premonición de la dictadura marxista que vemos marchar contra nosotros desde Moscú como nuestro mortal enemigo, está claramente descrita aquí. Ella misma se ha aliado con aquellas fuerzas que Nietzsche había trazado como seres particularmente peligrosos. No podemos decir que Nietzsche pudo darse cuenta en todos sus detalles de toda la estructura y psicología del comunismo. Nietzsche sabía, no obstante, que a pesar de todo el conocimiento, el camino de desarrollo embarcado sobre él probablemente no podría ser revertido en un periodo corto de tiempo; que la gran crisis de Alemania y de todo el continente europeo habría de resultar de esta mezcla de liberalismo, plutocracia y anarquía. Estaba profundamente convencido de que esta mezcla introducida por la totalidad del movimiento liberal –y aquí mostró un inagotable odio hacia Rousseau como el autor espiritual de las contiendas – tenía que dirigir al más temeroso altercado y quizás también a la tiranía. Creía que “la democratización de Europa es, al mismo tiempo, un acuerdo involuntario para la crianza de tiranos –esta palabra se ha comprendido mal en todos los sentidos, incluyendo el espiritual.”
Esta clara comprensión de las más radicalesposibilidades de desarrollo sitúan a Nietzsche como alguien aparte -comopensador y como filósofo activo y militante- de todos los movimientos de sutiempo. El descubrimiento de Nietzsche de la confusión artística de estilo y su clara convicción de un presente desarraigado que alentaba toda las variedades de tradiciones auto-contradictorias se combinaron en él, para constituir una crítica de toda su época; y una más astuta y más cáustica no puede ser imaginada."


Según Rosenberg, el colapse espiritual deNietzsche se reflejó en su cambio de actitud hacia Wagner. También fue sintomático de una época que mostró escasa simpatía por aquel que cambiaba sus valores. Esta desfavorable actitud fue un fenómeno completamente europeo, Alemania sola no era la culpable de la muerte espiritual de Nietzsche-


"... Incluso si, en muchos campos, un profeta u otro de nuestra tiempo permanece algo más cercano a nosotros, Friedrich Nietzsche como una personalidad total y como un observador imperturbable de toda una época destinada al colapso, ¡fue ciertamente la más grande figura dela intelectualidad alemana y europea mundial de su tiempo! Respecto a todas sus posteriores declaraciones y críticas, debemos concluir que él se sentía herido cada vez que hacía una declaración, y que se volvía sobre el inmediato infligidor de la herida. Esto habría sucedido de la misma manera, si él hubiese vivido en Francia, en Inglaterra o en cualquier otro estado. Por dondequiera el mismo fenómeno de decadencia estaba en marcha, destrozando las tradiciones establecidas sin ser capaces de crear nuevas o de construir nuevos ideales..."


Alemania habría heredado la misión sincera de Nietzsche de salvar Europa. Los ejércitos alemanes no sólo estaban defendiendo Alemania, sino a toda la civilización occidental-


"El Kulturbürger europeo, cuyos poderes de resistencia estaban agotados por la somnolencia, está siendo aplastado por un condenado fanatismo destructivo del marxismo; un fanatismo, el cual, notablemente en alianza con el Marxismo judeo-occidental, ha sacudido no sólo Alemania, sino todo el continente europeo en sus fundamentos. Si, por tanto,nosotros estamos orgullos de que hoy sola la Alemania nacionalsocialista todavía defienda esta vieja Europa, podemos proclamar, de alguna manera diferente de Nietzsche en el siglo diecinueve, que hoy nosotros somos los“buenos europeos”, ya que este es un derecho por el cual nosotros hemos luchado honorablemente. Al mismo tiempo, empero, para que no caigamos en aquella Tartufería tan acertadamente condenada por Nietzsche, debemos humildemente admitir que muchos fenómenos de la vieja época pueden ser todavía detectados entre nosotros; que muchos pequeños burgueses están todavía viviendo en aquella mohosa atmósfera en la cual Nietzsche sufrió tan malamente; que hay mucho pensamiento limitado, esquemático, que todavía no ha alcanzado aquella libertad que Nietzsche soñaba y en la que también soñamos nosotros; y que muchas personas están en peligro de llegar a ser filisteos en lugar de ser como Fausto.Pero, a pesar de estas percepciones, sentimos en nuestra experiencia el gran curso de una nueva época, y sabemos que aquella que hemos aguantado y que ha dejado a la nación alemana actual la voluntad interior para una resistencia improductiva, es juzgada también en la profunda emoción del solitario Nietzsche–emoción que se prolongó a través de una vida dolorosa, en la cual la soledad a menudo le llevó a la desesperación y a la acusación. Al mismo tiempo, empero,su vida fue siempre llevada hacia adelante por la incondicional necesidad de esta confrontación con el futuro...
Así, nosotros los nacionalsocialistas vemos hoy los efectos de aquellos poderes –proveniente del pasado- que empezaron a desarrollarse en el siglo diecinueve; un peligroso, destructivo esfuerzo cuya gran úlcera desarrollada ha llevado a una espantosa enfermedad de la esencia europea. Y, al mismo tiempo,vemos varios profetas en medio de estos arroyos insalubres, profetas impelidosa elevar sus voces para hacer añicos estos valores que eran tan contrarios a lacreatividad y para ayudar a desarrollar un nuevo orden de vida.
Hoy honoramos al solitario Friedrich Nietzsche como uno de ellos. Después de que nos despojemos de todo aquello que estiempo-límite y también de todo aquello que es demasiado humano, esta figura permanece hoy cerca de nosotros espiritualmente y, alargando hacía atrás en el tiempo, le saludamos como un pariente próximo, como un hermano espiritual en la lucha por el renacimiento de una mayor espiritualidad alemana y para la formación de un pensamiento tolerante y abierto. Le saludamos como el proclamador de aquella unidad europea, la cual es indispensable para la vida creativa de nuestro viejo continente, un continente el cual está siendo hoy rejuvenecido por una gran revolución."