En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

domingo, 29 de mayo de 2016

Ezra Pound en el infierno de St. Elizabeth

El poeta Ezra Pound, que criticó a los judíos por sumergir al mundo en los horrores de una Segunda Guerra Mundial, pasó trece años en el hoyo del infierno de St. Elizabeth, una institución psiquiátrica federal de Washington DC para prisioneros políticos. Pound ganó varios premios por sus escritos, mientras los judíos lo hicieron encerrar como si fuera un demete. Muchos visitantes de ese recinto, incluso quien escribe, comentaron que el hedor del lugar se parecía exactamente al de las ciudades en Europa que habían caído en manos de los comunistas judíos.


lunes, 23 de mayo de 2016

Principal función sociológica

Un sitio web que parece estar inactivo, debido a que no hay ninguna adición reciente describe la principal función sociológica que ha paralizado a la sociedad, de un modo muy convincente :
Fuente original: http://www.angryharry.com/esWhyGovernmentsLoveFeminism.htm


«Ahora, por cuanto el objetivo principal de las feministas es crear tanta disonancia como sea posible entre hombres y mujeres a fin de financiar sus propios Imperios, los gobiernos simplemente las aman; porque, recuerde: para los gobiernos, mientras más falta de armonía, mejor..


«Ellos han corrompido la ley hasta tal punto que todos los varones están ahora a merced de sus compañeras cuando se trata de falsas acusaciones de "abuso", cuestiones de custodia de niños y pagos de pensiones alimentarias ridículamente altos, siendo la idea tentar a las mujeres para que rompan sus relaciones porque ellas tienen poco que perder y a menudo muchísimo que ganar al hacer eso, y, por supuesto, para hacer temerosos a los varones de incluso emprender cualquier relación a largo plazo....


«Y, esencialmente, los gobiernos han estado rompiendo las relaciones entre la gente de modo que dichos gobiernos puedan abrirse camino a codazos cada vez más profundo hacia las conexiones —sociales, personales y financieras— que alguna vez unieron a la gente».

sábado, 21 de mayo de 2016

Dominique Venner



Ser rebelde no es acumular una biblioteca de libros subversivos o soñar con conspiraciones fantásticas o con echarse al monte. Es crear tu propia ley. Encontrar en ti lo que vale únicamente. Asegurarse de que nunca te “curarás” de tu juventud. Preferir alzar a todo el mundo contra los muros antes que permanecer tumbado. Tomar todo aquello que puede ser convertido en tu ley, sin preocuparse de las apariencias.

martes, 10 de mayo de 2016

Erlkönig..Johann Wolfgang von Goethe



¿Quién cabalga tan tarde a través del viento y la noche?
Un padre con su hijo, lo lleva seguro y caliente,
al resguardo de su regazo fiel.

- Hijo mío ¿por qué escondes tu asustado rostro?
- ¿Es el Rey de los Silfos, oh padre, tú no lo ves? -
¿El Rey de los Silfos con su corona y manto?
¡Son alucinaciones hijo, que la niebla te hace ver!

¡Oh lindo niño, anda, ven conmigo!
Verás que juegos alegres te enseñaré.
¡Y qué flores tan extrañas florecen en mi orilla,
con las que mi madre hace dorados ramilletes!

- Padre mío, padre mío, ¿no oyes tú las promesas
con las que el rey de los Silfos pretende atraerme?
- No hagas caso, hijo mío es la fronda seca del árido
bosque, agitada por el cierzo.



- Lindo niño, ¿no quieres venir a mi palacio?
Te aguardan mis hermosas hijas en la entrada.
Cada una, en la noche, arrullará tu sueño
y sabrán entretejer sus danzas y cantos,

- Padre mío, padre mío, ¿no ves allá en la sombra,
resplandecer las bellas hijas del monarca?
- Hijo mío, no hagas caso, es la difusa espesura,
lo veo bien y no hay nada más.

- Niño hermoso, amo tu belleza divina;
si no vienes por las buenas, emplearé la fuerza.
- Padre mío, padre mío, ¡mira cómo me aferra!
me lastiman sus manos. ¡Defiéndeme padre!

Atemorizado el padre clava las espuelas a su caballo,
aprieta contra su pecho al lloroso niño,
por fin llega al portal de su casona.
Mira, y en sus brazos el niño está muerto.

Las penas del joven Werther (fragmentos) Johann Wolfgang von Goethe


Sí; yo no soy otra cosa que un viajero, un peregrino en el mundo. ¿Y tú? ¿Eres algo más?

¿Qué es, pues, el hombre, ese semidiós tan ensalzado? ¿No le faltan las fuerzas cuando más las necesita? Y cuando bate sus alas en el cielo de los placeres, lo mismo que cuando se sumerge en la desesperación, ¿no se ve siempre detenido y condenado a convencerse de que es débil y pequeño, él, que esperaba perderse en lo infinito?

Anoche salí. Sobrevino súbitamente el deshielo y supe que el río había salido de madre, que todos los arroyos de Wahlheim corrían desbordados y que la inundación era completa en mi querido valle. Me dirigí a él cuando rayaba la media noche, y presencié un espectáculo aterrador. 

Desde la cumbre de una roca vi, a la claridad de la luna, revolverse los torrentes por los campos, por las praderas y entre los vallados, devorándolo y sumergiéndolo todo; vi desaparecer el valle; vi, en su lugar, un mar rugiente y espumoso, azotado por el soplo de los huracanes. Después, profundas tinieblas; después, la luna, que aparecía de nuevo para arrojar una siniestra claridad sobre aquel soberbio e imponente cuadro. Las olas rodaban con estrépito..., venían a estrellarse a mis pies violentamente..

Un extraño temblor y una tentación inexplicable se apoderaron de mí. Me encontraba allí con los brazos extendidos hacia el abismo, acariciando la idea de arrojarme en él. Sí, arrojarme y sepultar conmigo en su fondo mis dolores y sufrimientos. Pero ¡ay!, ¡qué desgraciado soy! No tuve fuerzas para concluir de una vez con mis males; mi hora no ha llegado todavía, lo conozco. ¡Ah, Guillermo!, ¡con qué placer hubiera dado esta pobre vida humana para confundirme con el huracán, rasgar con él los mares y agitar sus olas! ¡Ah!, ¿no alcanzaremos nunca esta dicha los que nos consumimos en nuestra prisión?
¡Qué tristeza se apoderó de mí cuando mis ojos se fijaron en el sitio donde había descansado con Carlota, bajo un sauce, después de un largo paseo! También allí había llegado la inundación, y a duras penas pude distinguir la copa del sauce. Pensé entonces en la casa de Carlota, en sus prados... 

El torrente debía de haber arrancado también nuestros pabellones y destruído nuestros lechos de césped. Un luminoso rayo del pasado brilló delante de mi alma, como brilla en los sueños de un cautivo una ola de luz que le finge praderas, ganados o grandezas de la vida. Yo estaba allí, de pie... ¡ah!, ¿es que me falta valor para morir? Yo debía... Y, sin embargo, heme aquí como una pobre vieja que recoge del suelo sus andrajos y va, de puerta en puerta, pidiendo pan para sostener y prolongar un instante más su miserable vida.


Oración.. Ezra Pound




Gran Dios, si estamos condenados a ser, apenas, sueños
permite que nuestros sueños hagan temblar al mundo
y que así, soñando, seamos los dueños del orbe.
Deja que seamos las sombras que conmuevan al mundo
y que nos apoderemos de éste, aún sabiendo bien
que, nosotros los sueños, somos unas sombras.
Dios Todo-Poderoso, si los hombres son como espectros,
pálidos y enfermos que han de vivir habitando en estas
brumosas penumbras, temblando la amenaza de las sombras
e intentan alumbrarla acelerando el paso para alejarla;
Sí tus hijos, oh gran Dios, son finezas tan efímeras,
te pido, desde dentro, que traigas el caos destructor
y que engendres algún nuevo linaje de buenos titanes
que amontone las colinas y anime otra vez la tierra.



Un Poema de Schiller

Pues, donde el rigor con la ternura, 
Y lo fuerte con lo débil se hayan unido, 
Ahí habrá un buen sonido. 
Por ello, el que vaya a atarse para siempre, 
¡Que pruebe, antes, si el corazón se aviene al corazón! 
La pasión es corta, el arrepentimiento, largo. 
La guirnalda virginal juguetea 
Con gracia en los rizos de la novia, 
Cuando las campanas de la iglesia, 
Con claro sonido, llaman invitando al esplendor de la fiesta. 
¡Ah! La más hermosa fiesta en la vida de cada uno 
También es la que pone fin a la primavera de nuestras vidas. 
Con el cinturón, con el velo, 
También se rasga la bella ilusión. 
¡La pasión huye, 
El amor debe permanecer! 
Cuando la flor se marchita, 
Le llega al fruto el momento de crecer. 
Al hombre le corresponde salir 
A la vida hostil: 
Debe obrar y luchar 
Y plantar y producir, 
Servirse de ardides y quitar por la fuerza 
Debe osar y apostar 
Si quiere conquistar la felicidad. 
Entonces fluye una abundancia infinita, 
El granero se llena con preciosos bienes, 
Crecen las estancias, se ensancha la casa, 
Y en ella reina 
La recatada ama de casa, 
La madre de los hijos, 
Y gobierna sabiamente 
La casa y a los que en ella moran, 
Instruye a las hijas, 
Y refrena a los chicos. 
No dejan de moverse ni un momento 
Sus manos laboriosas. 
Y con su ordenada mente 
Va multiplicando las ganancias. 
Y llena de tesoros las arcas fragantes 
Y enrolla el hilo alrededor del ronroneante huso, 
Y en el ropero de pulcro acabado va atesorando 
La lana reluciente, el lino inmaculadamente blanco, 
Y da a lo bueno, brillo y esplendor, 
Y nunca descansa.

viernes, 6 de mayo de 2016

Poemas de Nietzsche



¡HOMBRE! ¡PRESTA ATENCIÓN!

¡Hombre! ¡Presta atención!
¿Qué dice la profunda medianoche?
«Yo dormía, dormía —
De un profundo sueño desperté: —
El mundo es profundo,
y pensado aún más profundo que el día.
Profundo es su dolor —,
el gozo — más profundo aún que el sufrimiento.
Dice el dolor: ¡pasa!
Mas todo gozo quiere eternidad,
— ¡quiere profunda, profunda eternidad!»



¡Infeliz aquel que de patria carece!


SOLITARIO

Graznan las cornejas
y aleteando se dirigen a la ciudad;
pronto nevará.
¡Feliz aquel que aún tiene patria! 
Ahora estás petrificado
y miras hacia atrás ¡cuánto tiempo ha pasado!
¿Por qué has huido, loco, por el mundo
ahora que el invierno se aproxima? 
El mundo: puerta muda y fría
abierta a mil desiertos.
Quien perdió lo que tú perdiste
en parte alguna se detiene. 
Ahora estás pálido,
condenado a un viaje de invierno,
al humo semejante,
que sin cesar tiende a más fríos cielos. 
¡Vuela, pájaro, graznn despreciotu sangrante corazón! 
Graznan las cornejas
y aleteando se dirigen a la ciudad:
— pronto nevará.