En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

lunes, 25 de agosto de 2014

José Ortega y Gasset: Federalismo y autonomismo.

“Siento vivamente prolongar todavía esta vigilia, y no se si podré pronunciar con mediana sintaxis las palabras que tengo que decir, porque mi salud no es tan espléndida que, después de una jornada fatigosa, me permita llegar a esta hora con cierta plenitud fisiológica, pero siento la imposición de un deber de conciencia al cual no he de dar expresión con caracteres externos de patetismo, pero que quiero que conste en el Diario de Sesiones: NO puedo votar en pro de esa formulación del primer artículo constitucional.

Esa cuestión de conciencia, a que antes me refería, no pesa sobre la porción del artículo en que se habla de República de trabajadores. Creo haber sido uno de los primeros, aunque estoy dispuesto a aban­donar la prioridad a cualquiera que la solicite, en haber proyectado, en esta etapa de la vida española, sobre la conciencia pública, la fórmula, el lema, de que era preciso organizar a España en pueblo de trabajadores, expresión bien pareja a la que ahora aparece en el primer artículo de nuestra Constitución. Y la palabra «trabajadores» era empleada por mí estrictamente en el sentido que, con todo rigor, definió en su discurso doctrinalmente, cuya doctrina suscribo, el señor Araquistain; pero la letra que yo propalaba, lo era de una larga y complicada campaña de propaganda; era corno el germen de una enorme labor organizadora; era, en sus posibilidades, indeciso, problemático; tenia, sin embargo, en su núcleo, la suficiente precisión para no ser simplemente una frase; pero tenía el vago contorno de una palabra con que se incita a un largo movimiento histórico. Por eso, porque en su núcleo era precisa, pero insuficiente en su contorno, yo no puedo satisfacerme cuando encuentro algo parecido a Repú­blica de trabajadores era el primer articulo de la Constitución, porque la Constitución no es un programa de campañas políticas; ha de tener extremo rigor, y es evidente que ni el señor Araquistain ni yo podemos pretender que este nuevo sentido, que yo creo firme­mente que ahora comienza a germinar en los hondones del alma europea, este nuevo sentido de la palabra «trabajador», el cual se ha formado por una extraña convergencia. de los dos polos de la sociedad: de un lado, por la tradición del movimiento obrero; pero del otro, por lo que menos podía sospecharse, por el hombre rico de Europa, que, después de tres siglos de riqueza, de capitalismo, se ha hartado profundamente de ser rico, ha superado el deseo de riqueza. Como aquellos primeros heréticos de la Iglesia sostenían que la única manera de llegar a la virtud era abusar de la carne, ellos han abusado de la riqueza y están ahora al otro lado. Este nuevo sentido que el señor Araquistain y yo damos a la palabra, no puede pretender enfrontarse en luchar con el tremendo y taxativo sentido que tiene desde hace ochenta años, y que posee en el Manifiesto comunista de Marx; no podemos pretender entrar en colisión con ese magnífico sentido, cargado de luchas y de dolores de la orga­nización obrera.


Pero dejo esto a un lado. Es otra cosa aquello que me mueve los resortes últimos de mi conciencia para molestaros en tan grave mo­mento, en un momento en que estáis profundamente rendidos era vuestro físico y en que deseáis, naturalmente, llegar a una definitiva conclusión de esta larguísima deliberación.

Desde hace varios años, y con fatigosa insistencia, doy voces de alerta de que, pues venía sobre España, quisiéramos o no, la necesidad de, en hora lejana, que bien pronto ha venido, de una reforma profunda de nuestra vida pública, se corría el riesgo de que el pueblo llegase a ella sin poseer un repertorio claro de ideas sobre los pro­blemas políticos. Yo he procurado con mi pluma, además facilitando la publicación de libros egregios de Poder, de Historia, de Sociología, subvenir a este menester. No es, señores diputados, manía intelec­tualista. El menos intelectualista tiene que reconocer que somos en enorme dosis ‑la que sea ‑ repertorio de ideas con que enfrontamos muestra existencia en todos los órdenes. Recuerdo que un viejísimo libro de la India, tal vez el más viejo de la, humanidad, el Libro de los Vedas, compuesto por boyeros, dice ya que los hombres dependen de sus ideas, porque la acción sigue al pensamiento como la rueda del carro sigue a la pezuña del buey. No tenemos ideas claras; mis esfuerzos fueron. vanos, y no debo ocultar mi sincera convicción de que en esta transformación profunda que hacemos, España, padece de insuficiente preparación, no solo en la muchedumbre, sino en nosotros mismos, que aparecemos dirigiéndola o, por lo menos, representándola.

No fue para mí una sorpresa grande, pero fue confirmación dolo­rosa, ver que en uno de los temas más graves que nos plantea, al presente el destino, el de la autonomía regional, existía una extrema confusión de ideas y que, apenas comenzaba la campaña electoral, en la propaganda, en el mitin, en el periódico y hasta en esta misma Cámara se padecía, en general, una lamentable confusión entre ambos principios. Y esta confusión es gravísima, porque, cualesquiera que sean mis preferencias para unos u otros principios, corremos el riesgo ‑lo vamos a correr dentro de un instante‑ de decidirnos por el más radical, por un principio que va a reformar las últimas entrañas de la realidad histórica española, cuando el pueblo mismo ignora el sentido de esa tremenda reforma que en él se va a hacer. Esto es lo que yo lamento, lo que ya deploro y de lo que empiezo a protestar. Es preciso claridad sobre este punto.

Bajo el nombre de federalismo, no tengo para qué aludir al con­junto de pensamientos sustentados por Pi y Margall y el pequeño grupo de sus adeptos. Ese federalismo, que no ha sido puesto al día desde hace sesenta años, es una, teoría histórica sobre la mejor organización del Estado. Ni es tiempo ahora, ni tengo yo por qué ocuparme de discutir teoría más respetable por la calidad de sus fieles que por el rigor y agudeza de su sistema; antes, y por encima de esefederalismo, está el hecho de la forma jurídica del Estado federal, que una vez y otra ha aparecido en la historia del Derecho político mismo; a ese hecho de la forma jurídica del Estado es a lo que me refiero cuando hablo de federalismo. Pues bien, confron­tándolo con el autonomismo, yo sostengo ante la Cámara, con cali­ficación de progresión ascendente hasta rayar en lo superlativo, que esos dos principios son: primero, dos ideas distintas, segundo, que apenas tienen que ver entre sí; tercero, que, como tendencias y en su raíz, son más bien antagónicas. Conviene, pues, que la Cámara an­tes decida esta cuestión con plena claridad. El pueblo y la. Cámara necesitan resolverse en esta cuestión tan grave con pleno cono­cimiento de causa, en un mediodía de radiante claridad. El autono­mismo es un principio político que supone ya un Estado sobre cuya soberanía indivisa no se discute porque no es cuestión.

Dado ese Estado, el autonomismo propone que el ejercicio de ciertas funciones del Poder público ‑cuantas más mejor‑ se entreguen, por entero, a órganos secundarios de aquel, sobre todo con base terri­torial. Por tanto, el autonomismo no habla una palabra sobre el pro­blema de soberanía, lo da por supuesto, y reclama para esos poderes secundarios la descentralización mayor posible de funciones polí­ticas y administrativas. El federalismo, en cambio, no supone el Estado, sino que, al revés, aspira a crear un nuevo Estado, con otros Estados preexistentes, y lo específico de su idea se reduce exclusivamente al problema de la, soberanía. Propone que Estados independientes y soberanos cedan una porción de su soberanía a un Estado nuevo integral, quedándose ellos con otro trozo de la antigua, soberanía que permanece limitando el nuevo Estado recién nacido.

Quien ejerza esta o la otra función del Poder público, cual sea el grado de descentralización, es para el federalismo, corno tal, cuestión abierta, y de hecho los Estados federales presentan en la historia, en este orden, las figuras más diversas, hasta el punto de que, en principio, puede darse perfectamente un Estado federal y, sin em­bargo, sobremanera centralizado en su funcionamiento.

Lo que importa al federalista es el subsuelo del Estado, a saber cómo quede formalizada la situación de soberanía. Puede, en prin­cipio, el federalista no inmutarse porque el Estado superior asuma tal importante función del Poder público, siempre que quede claro que el origen de este poder y de todo su ejercicio depende de la soberanía dividida, plural y permanente, de aquellos Estados que se federaron.


Me parece evidente que no era forzada la calificación con que yo afirmaba ambos principios. Es evidente que son distintos y tienen poco que ver entre sí; hablan de problemas diferentes. El federalismo se preocupa del problema de soberanía; el autonomismo se preocupa de quién ejerza, de cómo haya manera de ejercer en forma descen­tralizada las funciones del Poder público que aquella soberanía creó. Pero es también evidente que en su raíz y como tendencias, son an­tagónicos. En efecto, la historia del federalismo ha representado siempre unacorriente de concentración, y es, en ese sentido, un movimiento de relativa desautonomía.

No es, pues, indiferente que en materia tan grave se juegue del vocablo y se presenten ante el pueblo trastrocados y confundidos intentos tan dispares. Para los efectos de la historia de España, no hay comparación entre todas las transformaciones posibles políticas y la menor modificación que afecte al subsuelo de la soberanía. Porque la soberanía, señores, no es una competencia cualquiera, no es propiamente el poder, no es ni siquiera el Estado, sino que es el origen de todo Poder, de todo Estado, y en él, de toda ley. Es la soberanía la facultad en su raíz preestatal y prejurídica de las decisiones últimas o primeras, según el orden en que queráis contar; es, pues, el fun­damento de todo Poder, de toda ley, de todo derecho, de todo orden. Pero es, al mismo tiempo y sin distinción, la voluntad de una colec­tividad que lleva en brazos, a través de los cambiantes destinos políticos de un pueblo, toda la suerte de este al correr de los siglos. Una soberanía unitaria. significa, por tanto, la voluntad radical y sin reservas de la convivencia históricas: escindir en trozos esa soberanía unitaria ‑entiéndase bien, no el ejercicio de las funciones de Poder público‑, escindir, digo, en trozos, esa soberanía unitaria, equivale a renunciar a esa voluntad de convivencia radical preestatal, dejarla dislocada, hacer que quede, cuando menos, condicionada. Quiere decir soberanía, señores; en suma, que no se acepta por entero y sin cláusulas la comunidad de destino. Tan grave es escisión pareja, que yo no sabría recordar si se ha producido en la época contemporánea.

Alguien me recordaba no hace mucho en los pasillos, hace una media hora, que podía citarse el caso de Rusia; pero no creo que a nadie le complazca y satisfaga este ejemplo, no por otra, cosa, sino por la falta de claridad de la situación política de Rusia. Todos sa­bemos cuál es hoy, auténticamente, el Poder que rige a Rusia, No lo censuro; es un ensayo histórico magnífico; no hago sino significar que no es un ejemplo para aclarar la cuestión. Espero que nadie me ponga como ejemplo a Austria. Quien no hable de oídas sabe perfectamente queAustria es un Estado federal, y para demos­trarlo fulminantemente, bastaría con leer, que no las tengo aquí, las palabras del hombre mismo a quien se encargó del primer pro­yecto de Constitución y que, profesor de derecho político en Viena, sigue siendo su comentarista actual: Keyserling. Ruego, pues, que no se me obligue a demostrar cosa que, en definitiva, es tan notoria.

Dislocando, digo, nuestra compacta soberanía fuéramos caso único en la historia contemporánea., Un Estado federal es un con­junto de pueblos que caminan hacia su unidad. Un Estado unitario, que se federaliza, es un organismo de pueblos que retrograda y ca­mina hacia su dispersión. Por eso, señores, insisto en haceros notar que los problemas de soberanía pertenecen a una dimensión histórica radicalmente más profunda que todas nuestras restantes discrepancias, que todos los cambios de forma política y que se refieren a aquel subsuelo de la vida de un pueblo del cual depende todo lo demás. De ahí que yo, al ver que con tanta imprecisión se ha planteado este problema ante el país, he sufrido día por día. Pues qué, ¿no me he encontrado con que mi propio discurso, de extremo auto­nomismo, me era representado por unos y otros oradores como un proyecto federal? Pues qué, ¿en este mismo artículo que se nos pro­pone votar, no se dice que la República española va a ser y será de tendencia federal, que permita la autonomía de Municipios y Provincias, como si para que fuera esto permisible fuese menester que un Estado se convirtiese en federal?

Evidentemente, aquí hay gravísima confusión. No, no creo que sea esa la solución que demos a la autonomía de España. Es demasiado grave; pero, en fin de cuentas, todo esto que yo digo no son más que razones que, en definitiva, no significarían sino que yo considero la organización federal como arcaica y perturbadora de los nuevos destinos españoles. Total, una opinión particular pero aquí no hemos venido a sostener tercamente opiniones particulares; hemos sido traídos aquí para colaborar en la forma de una Consti­tución, y nuestro deber es no construirla según la dibujaríamos si estuviéramos solos en España, sino al revés, supeditando nuestras preferencias íntimas a lo que el pueblo nuestro, dados su contextura y su momento, exige.

Yo he votado ya y volveré a votar otras veces, en contradicción con mis ensueños, a beneficio y en pro de la necesidad nacional, de la realidad de nuestro pueblo. Pero, por lo mismo, hemos de tener gran cuidado, y, además, habría yo de sentir entusiasmo federal, de que por completo carezco, y no me atrevería a. votar ese artículo porque, como he dicho, toda reforma de soberanía es de tal modo profunda, de tal modo grave, que no es licito intentarla, si no estamos explícitamente seguros de que el pueblo español se da cuenta de la tremenda operación que vamos a realizar en él. Ni vosotros ni yo estamos en esta fecha seguros de que el pueblo español, que se ha dormido esta noche dueño de una soberanía unida, sabe, sospecha, que, al des­pertarse, va a encontrarse su soberanía dispersa. No; eso no.

Por esto, aunque ya me habéis oído en otras ocasiones que, como decían los jansenistas, no debe menudearse el plebiscito, precisamente por su vigor democrático, yo diría que si hay algún caso en que está plenamente justificado es en uno como este; pero como, por razones otras innumerables, es hoy el plebiscito imposible e inoportuno, lo que creo es que no podemos plantear la cuestión de la reforma de España, especialmente por el problema que nos trae Cataluña, en términos de soberanía, sino buscar un área menos estremecedora pero mucho más amplia, el área del más extenso, pero más estricto autonomismo. Ese área no tiene peligros de esa dimensión de sub­suelo, y ofrece un horizonte ilimitado de libertad, de esa libertad que nos pedía el otro día el señor Carner; un horizonte infinito de li­bertad y de holgura al movimiento. Ahí está, señores, la solución, y no segmentando la soberanía, haciendo posible que mañana cual­quiera región, molestada por una simple ley fiscal, enseñe al Estado, levantisca, sus bíceps de soberanía particular.

Es muy grave, pues, lo fue vais a decidir. Hoy vais a decidir, no sobre problemas de instituciones, por altas que sean; no sobre formas de gobiernos; vais a, resolver sobre algo que representa la raíz cósmica, ultrajurídica, y últimamente vital de la realidad española; vais a decretar sobre soberanía. Yo os invito a que hagáis acopio de responsabilidad, pues por mucha que acumuléis, será escasa en comparación de la que ahora, dentro de un poco, vais a gastar.”Discurso pronunciado por don José Ortega y Gasset en las Cortes Constituyentes en la noche del 25 al 26 de septiembre de 1931, en Diario de Sesiones, Legislatura 1931-33, tomo II, págs. 1255-1257.
Extraído de sus Obras Completa. Alianza Editorial, Revista de Occidente, Madrid, 1983.Jose-ortega-y-gasset

domingo, 17 de agosto de 2014

La naturaleza no te da derecho a.. sino capacidad de ..

La propiedad privada no es un derecho natural. En la naturaleza no existe la propiedad, sólo es una idea. La propiedad privada es la ambición que el hombre tiene por dominar a la naturaleza, por dominar las cosas y hacerlas suyas. Eso puede ser natural en el sentido de que el hombre se inclina a ello, pero no es un derecho: es el hombre que pretende justificar su dominio sobre las cosas y sobre las personas con el derecho o con la ley. 

Criticar la propiedad privada no es criticar a alguien que tiene una casa o un piso, sino a aquel que no trabaja su propiedad y la explota y se lucra con el trabajo de otros. ¿Ese derecho natural lo tienen solamente unos elegidos? Si es natural será un derecho que todo el mundo debe tener, y como es natural será un derecho para todos por igual… Igual que respirar es algo que hacemos de forma natural todos los hombres y por igual, ¿es por ello respirar un derecho? No creo que la propiedad sea por tanto natural porque ningún derecho lo es. 

Si fuera natural sería porque la naturaleza te da ese derecho y la naturaleza no te da derecho a, sino capacidad de. Es el hombre con su voluntad el que se ha forjado un derecho para ganarse el derecho; el derecho para convertir la sociedad en la ley del más avieso, en la ley del más avaricioso, en la ley del menos ingenuo y menos noble, derecho a proclamar que la naturaleza humana es egoísta y malvada como si el hombre no pudiera ser otra cosa mejor. 

En definitiva, derecho a la propiedad, sí, pero a costa del trabajo de uno mismo y sobre uno mismo, no a costa del egoísmo generalizado, no a costa de nuestra cultura por beneficios particulares, no por un mundo sin valores. Como podéis observar, mi labor como nacionalista y anticapitalista feroz es hundir las dos formas de capitalismo perverso que nos acechan, el liberalismo y el marxismo, y crear una sociedad libre de la tiranía del mercado y del marxismo en su opresiva voluntad de reducir a todos a lo mismo y circunscribir el capital, los recursos de la nación, al exclusivo dominio del estado. 

El país será soberano si lo conduce la nación, si los recursos pertenecen a la nación, alejándose del egoísmo y construyendo juntos el futuro, lo cual debe garantizar un verdadero estado nacionalsocialista. Ser anticapitalista supone combatir el liberalismo económico y el marxismo económico a partes iguales, por ello aclamé de esta forma: "donde la propiedad privada sea abolida o al menos controlada, pues ésta debería tener una orientación social y nacional… ¡el capital tendrá patria!-; pero eso sí, los bienes serán dirigidos por los ciudadanos en usufructo, por los individuos, no por el estado, ¡no al capitalismo de estado!, ¡no al marxismo! ¡Fuera la usura! ¡La propiedad privada no es sagrada! Los recursos son de todos los individuos de la nación". Para este señor no debe ser la nación la que trabaje su tierra, sino la nación la que trabaje para los liberales que él defiende, para los señoritos, como se decía en los campos andaluces. 

Preconiza que mi idea es esclavitud y piensa que trabajar para otro no lo es. Yo quiero que mis compatriotas puedan trabajar para sí mismos y su país, por su pueblo, sin que nadie les mangonee ni saque de ellos plusvalías enormes. Hay más dignidad en trabajar por tu país que por una empresa privada. Una empresa puede irse a otro sitio, tu nación siempre estará ahí. He de reconocer que dije "abolir la propiedad privada" sin matizar nada. No pensaba en quitarle nada a nadie. Por ello me vi en la obligación de escribir Sobre la Propiedad y Otros Asuntos, para corregir mi error de no matizar, habiéndome dejado llevar por un exceso de hibris. En el texto dije lo siguiente:


El objetivo de abolir la propiedad privada es eliminar el interés particular y egoísta y educar en trabajar por el interés de la nación y en el fomento de grandes valores de naturaleza aristocrática, así como dirigir el rumbo de la economía de un país: NO A LA LIBERTAD DE COMERCIO. Por supuesto, no me molesta el pequeño comercio –que cuidado con éste– y la propiedad de una vivienda, pero sí controlaría los precios y la venta inmobiliaria, prohibiendo la segunda vivienda, por ejemplo. Pensar que la propiedad privada es "libertad" es participar de la mentalidad capitalista. 

La propiedad privada debe circunscribirse a un mínimo que garantice un comercio sano que potencie una sociedad CON mercado y donde la figura del trabajador de su propio negocio juegue un papel vital en el país, proveyendo a la sociedad de todo lo que necesita: principalmente alimento, pero también libros, una copa... Cuando hablé de abolir la propiedad privada lo hice pensando en nacionalizar la banca y recursos estratégicos, destruir los grandes imperios empresariales, destruir el capital financiero, prescindir del patrón oro en sustitución por el patrón trabajo, como hizo la NSDAP, medida anticapitalista por excelencia, etc. Mi abolición de la propiedad privada" está, como veis, repleta de matices, por lo cual no es una literal abolición; es como cuando se dice que estás en contra del aborto y sin embargo consentirías un aborto si el embarazo supusiera un peligro para la vida de la madre o fuera por un bien eugenésico.


Lo que no saben los legisladores y “utópicos” políticos que nos gobiernan es que la discriminación se manifiesta en el simple hecho de elegir, que la libertad misma es un acto de discriminación; y es algo tan natural que se da hasta en la propia naturaleza. Discriminar es renunciar a lo discriminado a cambio de lo mejor, lo mismo que elegir es libertad en cuanto se opta por algo por voluntad propia, pero a la vez se renuncia a la libertad pues no se podrá optar a lo renunciado, no se podrá dar marchar atrás: somos esclavos de nuestros actos, el tiempo hace imposible la libertad, la libertad hace imposible la propia libertad. 

Principios..

Síntesis de los principios básicos del movimiento N.S por lo que se refería a la política interior de Alemania que incluye Salvador Borrego en su obra "Derrota Mundial". Estos puntos podéis leerlos en su totalidad en la página web administrada por Lovecraft, de nombre Disidencia Hostil, que es el espacio del cual yo recojo los siguientes puntos:
El sistema nacionalsocialista practica el socialismo como un instrumento de justicia social, pero no como un instrumento de influencia judía. Al privarlo de esta venenosa característica, automáticamente se convierte en enemigo del falso socialismo internacional.

-. El obrero de Alemania debe ser incorporado al seno del pueblo alemán. La misión de nuestro movimiento en este orden consiste en arrancar al obrero alemán de la utopía del internacionalismo, libertarle de su miseria social y redimirle del triste medio cultural en que vive.

-. La exaltación de un grupo social no se logra por el descenso del nivel de los superiores, sino por el ascenso de los inferiores. El obrero atenta contra la patria al hacer demandas exageradas; del mismo modo, no atenta menos contra la comunidad el patrón que por medios inhumanos y de explotación egoísta abusa de las fuerzas nacionales de trabajo, llenándose de millones a costa del sudor del obrero.

-. El Partido permitirá al niño más pobre la pretensión de elevarse a las más altas funciones si tiene talento para ello. Nadie debe tener automáticamente derecho a un ascenso. Nadie debe poder decir: «ahora me toca a mí». Precedencia al talento. No hay otra regla.

-. Quien ama a su patria prueba ese amor sólo mediante el sacrificio que por ella está dispuesto a hacer. Un patriotismo que no aspira sino al beneficio personal, no es patriotismo. Los hurras nada prueban. Solamente puede uno sentirse orgulloso de su pueblo cuando ya no tenga que avergonzarse de ninguna de las clases sociales que lo forman. Pero cuando una mitad de él vive en condiciones miserables e incluso se ha depravado, el cuadro es tan triste que no hay razón para sentir orgullo. Las fuerzas que crean o que sostienen un Estado son el espíritu y la voluntad de sacrificio del individuo en pro de la colectividad. Que estas virtudes nada tienen de común con la economía, fluye de la sencilla consideración de que el hombre jamás va hasta el sacrificio por esta última, es decir, que no se muere por negocio, pero sí por ideales.

El control político absoluto

Fuente:. LA REVOLUCIÓN NACIONAL-EUROPEA - Homenaje a Jean Thiriart (1922-1992). Colección Europa Rebelde. Ediciones Nueva República, S.L., págs. 94-95.   Los cegatos de la izquierda confunden normalmente, y con agrado, capitalismo y libre empresa. La observación comparada de los sistemas soviético (estatal) y americano (libre empresa) establece suficientemente que la empresa libre es diez veces más fecunda.

En cuanto a los abusos del capitalismo, consisten en la injerencia de poderes económicos privados en la vida política. El capitalismo tiende al monopolio, es decir, a la supresión de una condición esencial de su vitalidad: la competencia. El capitalismo tiende igualmente a la creación de intereses opuestos a los de la Nación. Estimamos que es necesario destruir al capitalismo en la medida en que deviene monopolista por hipertrofia, en la medida en que ingiere en la política por la concentración de medios.
Comunitarismo tiende a la economía de poder, por oposición al concepto capitalista de economía de beneficio y al concepto marxista de economía de utopía. Dentro del marco de la economía de poder, estimamos que la libre empresa es un factor muy positivo por una parte, y que las oligarquías del dinero deben ser castradas políticamente, por otra parte.


La imprudencia del Liberalismo consiste en la plena libertad política dejada a los magnates del acero y del petróleo. El estado comunitario europeo preferirá que haya muchas pequeñas y medianas empresas libres, y una cantidad, indispensable -por razones tecnológicas- de empresas gigantes debidamente controladas.
El marxismo dogmático lo quiere nacionalizar TODO, el Liberalismo lo quiere dejar hacer todo. El comunitarismo quiere conservar el control político absoluto dejando subsistir lo máximo posible de libertad económica. 
Thiriart señala que "los cegatos de la izquierda confunden normalmente, y con agrado, capitalismo y libre empresa". Tiene razón. Y tal como señala igualmente el belga, la libre empresa es mucho más boyante que cualquier otro modelo de empresa. Pero "libre empresa" no debe ser necesariamente algo asociado en exclusiva al liberalismo, siendo aplicable a otras formas. Que los cegatos procapitalistas sinteticen normalmente, y con agrado, capitalismo y libre empresa como una sola cosa no quiere decir que los demás debamos hacer lo mismo, pues una empresa pública puede ser una "libre empresa". 
El capitalismo es rígido, porque como bien sabemos pendula desde el liberalismo al marxismo y viceversa, de un punto a otro y nada más. Es por ello que igualar libre empresa con capitalismo es un error. Pues tan contrario es el marxismo a la libre empresa como el liberalismo a la propiedad estatal. Un sistema se basa exclusivamente en "el estado", el otro en "el individuo soberano". Hay que hacer lo posible para que individuo y estado aúnen esfuerzos y que de tal unión resulte "la nación". Y esto es lo que podría denominarse comunitarismo, o al menos, parte de él.
Más arriba he dicho que "libre empresa" no es sólo exclusivo del liberalismo. Creo que ni si quiera debe vincularse solamente a la empresa privada, aunque sé que por inercia mental se llega a tal conclusión. Pienso en las grandes posibilidades de la empresa pública, una empresa pública diferente, es decir, con autonomía, con libertad de acción, autogestionada (sobre todo si la empresa se dedica a algo productivo, que debiera dar beneficios: máxima importancia a las cooperativas para que los trabajadores también sean dueños de la producción) y burocratizada lo necesario, para que dé sus frutos y beneficios para el estado y para los contribuyentes, es decir, para el conjunto de la nación. La empresa pública tiene la obligación de ser eficiente y rentable y no una mera plataforma de vagos derrochadora de recursos públicos. Pienso, por ejemplo, en el transporte público, si éste lo gestiona alguna administración. Pero claro, hay actividades no rentables, no productivas, que por ello no son menos importantes: recogida de basuras, educación pública, sanidad pública… (todas ellas dan unos resultados producto del trabajo, pero no son actividades de beneficio económico, es decir, amortizables, generadoras de plusvalías o rentables en el sentido económico más estricto: el beneficio viene dado de otro modo). Todas esas actividades suponen un gasto lógico. Y además de suponer un gasto lógico se debería gastar con lógica y asegurarse de la máxima eficiencia y los mejores resultados
Es necesaria la convivencia entre empresas públicas y privadas, una convivencia dirigida a la buena gestión de los recursos y a la sana competencia, controlando siempre lo privado para que no interfiera en lo político y en el interés nacional; de esta forma un gobierno responsable deberá garantizar que su labor vaya dirigida al beneficio de la nación, así como garantizar que el control de la libre empresa privada y el beneficio de la misma apunten igualmente a la nación. Así, el estado nacionalista velará por una sociedad con mercado, un mercado lo más libre posible pero controlado (la proclama "No a la libertad de comercio" no entra en contradicción), evitando los desmanes que los intereses privados pueden llegar a causar, sobre todo si hablamos a gran escala; un ejemplo es el monopolio, es decir, la concentración en una única entidad productora los medios para producir determinado elemento u objeto. En definitiva, y como asevera Thiriart, se trataría de "conservar el control político absoluto dejando subsistir lo máximo posible de libertad económica". De esta forma no se cae en el marxismo, es decir, en el capitalismo de estado, ni en el liberalismo, gracias al control y autonomía de lo político sobre lo económico.
Dicha libertad económica (con matices en lo que atañe a la "libertad") reseñada no es prescindible. Está claro que la mayoría de las personas sólo tienen fijación por su propio interés: ser algo mejor no está al alcance de todos; ser algo mejor es no caer en la abnegación absurda, pero tampoco en el egoísmo absoluto. Por ejemplo, ¿qué le importa al estado los asuntos de un bar o de una tienda de lencería? ¿Qué le importa al estado la venta de palomitas, de pasteles o de pollos? De asuntos de este tipo puede ocuparse un mercado sano y controlado, de ello pueden ocuparse personas emprendedoras que sepan autogestionarse, de ello puede ocuparse, según el tamaño, las cooperativas. Es que nacionalizar los bares no sería serio. Lo serio y necesario sería la nacionalización y elitización de la enseñanza (me fastidia mucho que el estado se dedique a subvencionar los colegios privados. ¿Por qué debemos pagar la educación a los ricos o a personas con recursos superiores a la media cuando muchas familias no pueden costearse -o tienen dificultades para ello- los libros de texto?), nacionalizar completamente la sanidad y dotarla de mejores recursos, nacionalizar los recursos estratégicos, nacionalizar, por supuesto, la banca, etc.

El arte de la poesia..Ezra Pound


Constantemente repito que se necesitaron dos siglos de Provenza y uno de Toscana para desarrollar los instrumentos que utilizó Dante en su obra maestra, y que fueron necesarios los latinistas del Renacimiento y la Pléyade, además del lenguaje colorido de su propia época, para preparar los instrumentos de Shakespeare. Es de enorme importancia que se escriba gran poesía, pero no importa en absoluto quién la escriba.

Si algo se expresó de una manera definitiva en la Atlántida o en la Arcadia, en el año 450 a. c., o en el 1290 de nuestra era, no nos toca a los modernos decirlo de nuevo ni empañar la memoria de los muertos diciendo lo mismo pero con menos habilidad y convicción.

En cada época uno o dos genios descubren algo y lo expresan. Puede estar solo en una o dos líneas, o en alguna cualidad de una cadencia, y después veinte o doscientos o dos mil o más seguidores repiten y diluyen y modifican.La gran literatura es sencillamente idioma cargado de significado hasta el máximo de sus posibilidades. Tal como en medicina existen el arte de diagnosticar y el arte de curar, también en las artes, y en las artes particulares de la poesía … existe el arte de diagnosticar y el de curar. Uno persigue el culto de la fealdad y el otro el culto de la belleza. La mayoría de los llamados poetas mayores han regalado su propio don, pero el término de “mayor” es más bien un regalo que les hace Cronos a ellos. Quiero decir que han nacido justamente a su hora y que les fue dado amontonar y arreglar y armonizar los resultados de los trabajos de muchos hombres.

En el verso algo le ha sucedido a la inteligencia. En la prosa la inteligencia ha encontrado un objeto para sus observaciones. El hecho poético preexiste.
Los artistas son las antenas de la raza… digamos que los escritores de un país son los voltímetros y los manómetros de la vida intelectual de la nación. Son los instrumentos registradores, y si falsifican sus informes no hay límite al daño que pueden causar. El mal arte es un arte inexacto. Es arte que rinde informes falsos.

Toda crítica debería ser admitidamente personal. Al final de cuentas el crítico sólo puede decir “me gusta” o “me conmueve”, o algo por el estilo. Cuando se nos ha mostrado a sí mismo, podemos comprender lo que quiere decir. Todo crítico debería dar información acerca de las fuentes y límites de su conocimiento.

Sugiero mandar al diablo a cuanto crítico emplee términos generales vagos. No sólo a los que usan términos vagos por ser demasiado ignorantes para tener algo que decir, sino también a los críticos que emplean términos vagos para ocultar lo que quieren decir, y a todos los críticos que emplean los términos tan vagamente que el lector puede creer que está de acuerdo con ellos o que asiente a sus afirmaciones cuando de hecho no es así.

Haz que un hombre te diga antes que nada y en especial qué escritores piensa que son buenos escritores; después se pueden escuchar sus explicaciones.

La única crítica realmente viciada es la crítica académica de los que hacen la gran renuncia, que se niegan a decir lo que piensan, si es que piensan, y que citan las opiniones aceptadas…
Su traición a la gran obra del pasado es tan grande como la del falso artista del presente. Si no les importa lo suficiente la herencia como para tener convicciones personales, no tienen derecho a escribir.

No hagas caso de la crítica de quienes nunca hayan escrito una obra notable.

Usar tres páginas para no decir nada no es estilo, en el sentido serio de la palabra.

No repitas en versos mediocres lo que ya se haya dicho en buena prosa.

No creas que se puede engañar a una persona inteligente esquivando las dificultades del inefablemente difícil arte de la buena prosa mediante el artilugio de fraccionar la composición en versos. Lo que hoy aburre al entendido aburrirá al público mañana. Déjate influir por cuantos grandes artistas sea posible, pero ten la decencia de reconocer plenamente la deuda o, si no, trata de ocultarla. Que el aprendiz se llene la cabeza con las mejores cadencias que pueda descubrir, preferiblemente en un idioma extranjero, para que el significado de las palabras tenga menos posibilidades de distraer su atención del movimiento del verso.

No te imagines que algo “saldrá bien” en verso sólo porque resulta pesado en prosa. La poesía es un centauro. La facultad pensante, estructuradora y aclaradora de las palabras debe moverse y saltar con las facultades energizantes, sensitivas y musicales. Es precisamente la dificultad de esta existencia anfibia lo que mantiene bajo el número de buenos poetas de quienes se tiene noticia.

Es cierto que la mayoría de la gente poetiza más o menos, entre los diecisiete y los veintitrés años. Las emociones son nuevas, y para su dueño, interesantes y no hay mucha personalidad o mente que mover. Conforme el hombre, conforme su mente, se vuelve una máquina más y más pesada, una estructura cada vez más complicada, necesita de un voltage cada vez mayor de energía emotiva para adquirir un movimiento armónico…
En el caso de Guido, su obra más fuerte se da a los cincuenta. La poesía más importante la han escrito hombres de más de treinta.Citando mal a Confucio, se podría decir: No importa que el autor quiera el bien de la raza o que actúe simplemente por vanidad personal. El resultado se produce mecánicamente. En la medida en que su obra es exacta, es decir, fiel a la conciencia humana y a la naturaleza del hombre, en la medida en que formula con exactitud el deseo, será duradera y será “útil”, quiero decir que mantiene la claridad y precisión del pensamiento, no sólo para el beneficio de algunos diletantes y “amantes de la literatura”, sino que mantiene la salud del pensamiento fuera de los círculos literarios y en una existencia no literaria, en la vida general comunal e individual.

Qué es el librepensamiento revolucionario

El librepensamiento fue uno de los ejes principales de El Mundo de Daorino y lo seguirá siendo, el librepensador es un ser cuya libertad de pensar no viene impuesta por nadie. No necesita la democracia ni sistemas libertarios para pensar libremente. Pensar libremente es una actitud que el propio sujeto adopta por sí mismo, una actitud desafiante que no es gracias al derecho, sino propiciado imperativamente por su propia capacidad. Por ello, en su día, definí el librepensamiento de esta forma: "pensar sin miedo con toda la libertad que sólo uno es capaz de darse". Y esa libertad no te la quitan unas cadenas, ni unas rejas, ni la censura dictatorial, ya sea la dictadura de carácter democrático, fascista u otro signo. Esa libertad sólo te la puede quitar el miedo, el miedo a tus enemigos, el miedo a perderlo todo. Ser libre o no es una decisión que sólo tú puedes tomar, y una vez tomada verás que no hay libertad, pues habrás adoptado el mayor de los compromisos contigo mismo.


¿Y por qué revolucionario? Porque persigo la trasformación radical de la sociedad, por muy idílico y utópico que suene. Persigo la transformación de la masa informe en personas soberanas. La transformación social radical es convertir una masa aborregada en personas que individualmente tengan un criterio propio. Es decir, hacer del librepensamiento una costumbre. Esto conlleva un serio esfuerzo metapolítico. No obstante, bien sé que tal cosa es imposible en el panorama actual, mas observando cómo devienen los acontecimientos y la naturaleza de los esclavos que obedecen a los amos de nuestra democracia y sistema plutocrático. Por ello, tal consumación sólo está al alcance de un puñado de individuos.


He de remarcar que el librepensamiento no es propiedad de nadie. Librepensadores no son sólo los nacional revolucionarios, o los ateos, o los liberales... Ser librepensador no es una etiqueta que pertenezca a un grupo concreto, ¡no es una etiqueta!, sino una actitud. Y subrayemos lo de actitud, por lo que a nadie le es lícito ir de librepensador, o lo es o no lo es.


Parto de la idea de que una sociedad de individuos soberanos será constituyente de un pueblo soberano. Idea rebatible y matizable, al ser consciente yo mismo de lo que supondría tal hecho y lo cerca que está el «ser» soberano con el pensar sólo en sí mismo, adquiriendo el compromiso con todo aquello que es perteneciente al propio yo y nada más, y despojándose soberanamente de toda responsabilidad de las consecuencias que sus acciones pudieran tener sobre los demás, sobre todo si éstas son perniciosas. La libertad es una eterna paradoja: a la vez es y no es. Es que no hay libertad más allá de la libertad. La libertad como tal no existe y a la vez lo abarca todo aunque sea como un fantasma. Si existiera como un absoluto el mundo no se sostendría de ninguna forma: por un lado todo debería estar quieto, como interrumpido, al no existir las decisiones, ni las acciones, ya que éstas te obligan a un compromiso y a una responsabilidad; por otro es muy probable que hubiera un absoluto caos, pues todo el mundo haría lo que quisiera sin ser responsable de lo que hace. Pero es que encima la ausencia de libertad no garantizaría que esos dos supuestos no se dieran. Es entonces el compromiso, y no la libertad, lo que hace del mundo un algo posible, vivible y a la vez, paradójicamente, libre. Pero libre parcialmente, pues un trozo de libertad no es toda la libertad, y nadie puede conseguir toda la libertad. Pero un compromiso si puede ser pleno, pues para ello se requiere de un acto libre: renunciar a la libertad. Ser libre es participar de su inexistencia. La libertad es un algo ilusorio entonces, la más bella de las fantasías, pues al final prevalece el compromiso.

lunes, 11 de agosto de 2014

La impureza racial..por Fritz Fink



Todavía no he hablado de la parte más importante y terrible de la cuestión judía. Se refiere especialmente a los maestros en las escuelas profesionales y de nivel superior que cuidan de nuestra juventud femenina. También exige una atención constante y la profundización de la BDM [Liga de Jóvenes Alemanas], el Frente Alemán del Trabajo, y todas las organizaciones fuera de las escuelas que trabajan con la juventud femenina. Todos nosotros los padres y los profesores llevan la culpa de que un sinnúmero de nuestras niñas y mujeres han sido arruinados por los Judios. No puede y no quiere juzgarlos. Ni los padres, los maestros, ni los clérigos educados o les advirtieron. Nadie les presentó a los secretos y las leyes de la sangre y la raza dios-dado. Se alimentaron todo tipo de cosas en la escuela y la iglesia. Sin embargo, nadie les dio el conocimiento más profundo que los habría protegido de la destrucción física y espiritual. Así, el veneno de la sangre judía entró torrente sanguíneo miles de nuestra gente y miles de veces. Muchas décadas pasarán antes de nuestra gente los elimina. Ningún maestro alemán hoy en día puede evitar el problema de "El Judio y la alemana." Sería negligencia criminal. ¿Por qué habríamos de la vergüenza pecaminosa estúpido ocultar a nuestras chicas más maduras en la escuela lo que pueden aprender cinco minutos más tarde en toda su brutalidad en la calle, en las tiendas, o en las oficinas, o lo que quizás serán revelados a ellos la misma noche en el más horrible manera por un Judio criminal?


El nuevo enfoque de la educación tiene el objetivo de llevar a nuestros jóvenes mujeres a la maternidad, a la condición de mujer. La madre y el niño, con todas sus preguntas relacionadas, son ahora más el centro de la educación. Gracias a Dios, la eugenesia y la preocupación por una descendencia sana también ha entrado en nuestras aulas. Es fácil de construir el puente de ellas a la cuestión judía. Las leyes de Nuremberg también proporcionan un punto de partida. Se prohíbe Judios tener sirvientas menores de 45 años de edad. El matrimonio lo quiera entre los Judios y los alemanes. Proporcionan largas penas de prisión para las relaciones sexuales entre los Judios y los alemanes, aunque no conduce a la maternidad. ¿Por qué es esto?

Recordamos los conocimientos adquiridos previamente en las ciencias. Extendemos ella. Aprendemos del criador de animales. Estudiamos los antepasados ​​de sus animales. Él nos dice que él engendra sólo pares de la misma raza. Sólo que asegura que las características valiosas de las distintas razas se mantienen intactos y mejorar. Cada criador animal puede afirmar que el cruce de las razas siempre resulta en un hijo de puta, y que un animal tan degenerada no sirve para nada. Buena prueba son los miles de ejemplos.


Luego nos dirigimos a la gente. ¿Por qué deberían estar exentos de las leyes? Utilizamos imágenes como ayuda: fotos de niños de padres alemanes de sangre, imágenes de niños judíos, cuyos dos padres son de pura sangre Judios, y fotografías de los niños que son una mezcla de Judio y alemán. Hacemos las comparaciones. Estamos más interesados ​​en el último grupo de niños, los de raza mixta. Miramos para ver de qué raza la mayoría de las características vienen. Vemos los Judio en su rostro, su cuerpo, su apariencia y forma, su pensamiento, sentimiento y conducta. No nece



sitamos investigar profundamente. Todo en él habla de la Judio, de la discordia, de la sangre degenerada. La persona de raza mixta es una criatura lamentable, echó hacia atrás y hacia adelante por la sangre de sus dos carreras. Establecemos que el hijo de puta es una carga para un pueblo. Se debilita. Su descendencia continuar la degeneración racial. Insto a cada maestro para fomentar la lectura del libro del Dr. Dinter El pecado contra la sangre . Se habla de una manera más fuerte a nuestras chicas más maduras que las cosas dulces encantadora que todavía se encuentra aquí y allá. En las escuelas donde las niñas son entrenados para ser maestros, creo que la introducción de la cuestión racial y judía de esta manera es la tarea más importante. Sé por experiencia cuán indefensos, sin experiencia, e ignorantes algunos jóvenes profesoras son acerca de este problema.

El pecado contra la sangre pasa su maldición no sólo a la descendencia mestiza, sino más bien la maldición también se pega a la madre manchado, sin dejar de ella para el resto de su vida. Impureza racial es la muerte racial. Impureza racial es un asesinato sin sangre. Una mujer profanada por el Judio nunca puede deshacerse de su cuerpo del veneno extranjera que ha absorbido. Ella se pierde a su gente. Lo que hemos aprendido de los criadores de animales es tan cierto aquí. Nuestros antepasados ​​sabían esto. Nos olvidamos de ella. Sólo uno vigilado a través de los milenios como un valioso tesoro: el Judio!

Una vez más se revisa la historia familiar de la gente judía. En un momento durante la cautividad de Babilonia, cuando los Judios tomaron esposas gentiles y sangre judía amenazó a la decadencia y declive, Ezra entró en la escena. El salvador de los Judios. Él le dio al pueblo de que la ley de la sangre a la que el judaísmo de hoy debe su existencia. Prohibió el matrimonio con no-judías. Se obligó a los Judios para conducir sus esposas gentiles al desierto. Leyes de Ezra son santos a los Judios a este día.

Así, el Judio reconoce la importancia de mantener la sangre pura. Pero él convence a los demás de lo contrario.Predica el mestizaje con otros pueblos, bastardización. "¿Por qué hace esto?" Las chicas le pedirán. Porque ve en la mezcla racial de la manera más segura de romper la fuerza de la vida de las naciones, para echarlos en la profundidad de la destrucción. Su objetivo es contribuir a este proceso de bastardización dondequiera que él es capaz. La contaminación y deracing de mujeres gentiles por los Judios no es el resultado de un impulso sexual judía conducido sangre. Es mucho más el resultado de la planificación y el cálculo diabólico. Esto nos da una vez más la oportunidad de hablar con nuestra juventud femenina del Talmud y de descubrir que el Talmud no sólo permite la contaminación de mujeres gentiles, se convierte en una obligación. Una vez más nos encontramos con el gran odio judío, el gran deseo judío de la aniquilación, cuando leemos lo que el Talmud dice sobre las mujeres gentiles:


"El Judio puede abusar de mujeres gentiles '. (Maimónides: Jab chasaka



"Todas las mujeres son putas gentiles." (Eben haezar 6,8.)

"Una niña gentil que es de tres años y un día de edad pueden contaminarse." (Abodah sarah 37a.)

"Un hombre (Judio) puede hacer todo con una mujer que es capaz de hacer. Puede tratarla como un pedazo de carne que proviene de la carnicería. Se puede comer cruda, a la plancha, cocido o ahumado ". (Talmud: 20b Nedarine.)

"Se prohíbe a los Judios de cometer adulterio con la esposa de un Judio. El adulterio con la esposa de un gentil que está permitido ". (52b Talmud Sanedrín.)

Un maestro que no ha dormido durante los últimos años lo tendrá fácil para dar su visión de las niñas en la terrible obra destructiva del Judio ha hecho a las mujeres alemanas. Él hablará de las tragedias que han ocurrido en los hogares judíos, oficinas, grandes almacenes, en las oficinas de los médicos y abogados judíos. El que ha oído nada de esto puede leer el Stürmer y siga las salarios it batalla contra profanadores raciales judías. Las cosas habían ido tan lejos que el Judio Kurt Münzer pudo decir:


"Hemos arruinado la sangre de todas las razas de Europa, les manchado, roto su fuerza, hizo que todo cansado, perezoso, y podrido con nuestra cultura corrupta." ( El Camino a Zion, una novela de 1910).

Y la judía Anselma Heine se jactó:


De pronto me vi en él el tren antiguo típico del sufrimiento de su raza. Era su placer tener poder sobre las mujeres, y nada le daba más alegría que presumir de la fuerza brutal con la que gobernó a su mujer de la nobleza rubio. " (Anselma Heine sobre el poeta Ludwig Jakobowski, "Lit. Echo", Número 3, 1912).

Las niñas educadas de tal manera que nunca llegarán a ser víctimas de la Judio. Ellos están a salvo de los demonios de este mundo. Ellos bofetada al seductor judía en la cara si se atreve a acercarse a ellos. Ahora entienden la Leyes de Nuremberg. Sus corazones están llenos de apasionada gracias que el movimiento nacionalsocialista protege a la mujer alemana de la vergüenza y deshonra. Ellos pasarán a sus hijos lo que nosotros les hemos dado. Así las bendiciones de nuestras labores sufrirán en las próximas generaciones.

El Camino a la esclavitud por Julius Streicher







El Camino a la esclavitud

por Julius Streicher





Los Judios nunca tuvieron patria o una patria. Su origen es tan misterioso como el de los gitanos. Lo que sí sabemos esto: Los Judios vinieron de Oriente Medio a Europa a través de Constantinopla y la Península Ibérica, donde se acerca a África. Han vivido entre las naciones de Europa durante muchos siglos. Sus características de apariencia y espirituales externas rápidamente distinguirse de los pueblos nórdicos rubios, de ojos azules. Los instintos de sangre nórdica y malas experiencias llevaron pronto a las naciones europeas para protegerse de los Judios a través de la legislación. Como un pueblo extranjero, Judios se les prohibió tener un papel en la vida personal de los países anfitriones. Se tuvo especial cuidado de excluir a los Judios de cualquier papel en el gobierno.

Los Judios llegaron a Europa con el objetivo oculto de que tarde o temprano la destrucción de los pueblos que la habitan. Desde el principio, trabajaron para eliminar esas leyes restrictivas. Ellos se ocuparon de la misma, fomentando las ideas falsas. Fueron tan lejos como para persuadir a los pueblos de los huéspedes para creer que un Judio podría convertirse en un Gentil. La gente empezó a creer que Judios podría convertirse en francés en Francia, en Inglaterra Inglés, Español en España, los italianos en Italia, etc El que se opuso a la idea se decía que era un bárbaro o un enemigo de la humanidad. La revolución de los Judios provocada a finales del siglo 18 en Francia y en otras naciones eliminado estas leyes o haciéndolos impotentes. Las revoluciones incitados por los Judios en el medio del siglo 19 también trajeron el plan judío de la emancipación (la eliminación de la legislación anti-judía) más cerca de la realidad. El final de la Guerra Mundial trajo la igualdad a los Judios en Rusia, Alemania, y otros estados. Durante los cadáveres de la mayor y más importante guerra de la era moderna, Pan-judaísmo podía regodearse de ganar una victoria sobre los pueblos de Europa que la judería mundial había soñado durante siglos.

Después de la Primera Guerra Mundial, ningún país en Europa se habría atrevido a negar los Judios un papel en los pueblos y las naciones líderes. Tan seguros estaban ellos de su poder que se atrevieron a poner Judios de pura sangre a la cabeza de los gobiernos provinciales alemanes, e incluso Judios coloca en la posición de Reich ministro. El Judio Walter Rathenau fue la realización de la unidad judía para dominar el mundo en aquellos días, cuando Alemania fue traicionado y esclavizada.

Nacional Socialismo en Alemania y el fascismo en Italia han puesto fin a la dominación judía. En otras naciones, la judería gobierna desde detrás de la máscara de la democracia. Lo que se llama la democracia hoy se oculta la dominación judía. Judios determinar lo que ocurre en los estados democráticos, y hienas bancarias judías y los ministros del gobierno están trabajando para una nueva guerra mundial que re-sujeto Alemania e Italia a la dominación judía renovada y final. En Inglaterra, el Judio Hore Belisha como ministro de la guerra se está preparando para enviar a los ingleses a los campos de batalla de una guerra europea. Esto es necesario si las esperanzas de la judería han de ser cumplidas. Estas esperanzas son: la derrota del nacionalsocialista y fascista llevó los pueblos y su esclavización final bajo el yugo del mundo criminal Pan-judaísmo.




viernes, 8 de agosto de 2014

La muerte de Europa

Europa muere de Occidentalismo, esa forma civilizacional universal: la tragedia final es inminente, aunque quien sabe si queda margen para un acto heroico de salvación venido desde la propia voluntad.
Europa quizá tenga una oportunidad más de sacar músculo, quizá una más, y demostrar su potencia, su identidad. Será su única opción para sobrevivir. No le queda mucho tiempo pero no es la primera vez que Europa se encuentra en un momento tan crucial y sobrevive.
El concepto civilización es confuso. Habla de una sociedad civil, ordenada, regulada mediante "buenos modales" y el derecho. Se trata de una sociedad compleja, donde rige una forma de ser hombre y por lo tanto unos esquemas culturales unificadores. En cuanto al occidentalismo como forma civilizacional, pienso que es algo ajeno a Europa, aunque hoy sea lo que la define, como el elemento judeocristiano quizá sea este elemento el principal conformador de Occidente. Por lo que el occidentalismo es una forma universal, como dije antes, y por lo tanto una forma de hacer civilización que acepta a todo el mundo. En el occidentalismo espiritualmente no hay diferencias, la biología es algo sin importancia y materialmente triunfa el comercio,basándose todo en relaciones monetarias. Occidente significa el fin de Europa y la domesticación de la especie humana: ante todo somos ganado que se piensa libre.


Todo lo que haya después de Europa lo hará sobre su cadáver, de la misma forma que los gusanos se nutren de un cuerpo en descomposición. Europa y el ser europeo es algo concreto y ajeno a la universalidad: ser europeo es ante todo ser blanco y la defensa férrea de cierta diversidad cultural, que en lo que nos atañe podemos resumirlo en Grecia y en Roma y en aquello que éstos modelos han inspirado el renacimiento, por ejemplo; siendo susodichos esquemas claramente europeos, con todo lo bueno y malo que en ellos se pudiera hallar. Muchos pensarán que dichas civilizaciones antiguas han inspirado elementos universales, pero a mi modo de ver, una cosa es expresarse desde la diferencia proyectándose hacia lo universal, expandiéndose como ejemplo ante lo diverso, y otra ser una expresión universal globalizante o globalizadora; de la misma forma que no es lo mismo la igualdad que igualar.


Y es que el occidentalismo es una ideología universal que como tal hace que las cosas tiendan a ser una misma cosa. En lo biológico no es menos. El mestizaje lleva consigo ese sino: la igualación de la especie humana genéticamente. A la sociedad domesticada le han enseñado que el mestizaje es antirracismo pero es precisamente una tendencia racista, patrocinada por las élites -entiéndase que utilizo el término racismo como comúnmente se identifica; aunque cierto es que igualando a toda la especie humana en una única forma de ser el racismo entendido como odio desaparece o al menos no tendría sentido. No obstante, más mestizaje equivale a menor diversidad, a menor identidad. Más mezcla significa menos blancos y menos negros y menos orientales… en el mundo; ante todo menos blancos. El mestizaje es genocidio en pos de una utopía en la que todos serán iguales completamente. Una vez más vemos a lo que nos llevan todas las utopías: a la destrucción… de algo.
Europa quizá ya no tenga enmienda. Vivimos en un estado tal de cosas que toda solución devendrá violenta y sanguinaria o no será. Si Europa quiere sobrevivir debe revolverse como el lobo herido en el cepo, que aún puede morder, e incluso matar; y con lucha deshacerse del cepo y verse a sí mismo como lo que es y lo que no debe dejar de ser: proyectándose más fiero, más bestia, más vuelto en sí... ¡porque al final como mejor se aprenden las cosas es a palos! Y es que si no dentro de pocas décadas Europa será sólo un continente donde habrá pocos hombres europeos, donde el europeo será un elemento exótico en su propia casa. Quizá dentro de décadas la media luna se aúpe dominante en lo que pretéritamente fueran catedrales lo mismo que las catedrales se auparon en lo que fueran templos paganos; y entonces lo europeo sea un viejo recuerdo que estudiarán mestizos desarraigados o quienes sean los nuevos ocupantes de estas tierras europeas, personas quizá ajenas a la diversidad de años atrás, pensando en lo genocidas que fueron sus ancestros en ese ansia de aniquilación de lo propio en un auto-odio desenfrenado. Quizá esos mestizos futuros sepan ver con claridad aquello de lo que fueron capaces los hombres europeos, que con permiso de los chinos, desde muchos siglos son los que han dado ese empuje al mundo mediante su genio e ingenio, siendo la brújula que marca el norte y el destino humano... para bien o para mal.


Con la Revolución Francesa se le dio al mundo un destino universal sin paragón basado en la libertad, una libertad inusitada que cada cual entendió, entiende y entenderá de una forma y que como todo se impuso y se seguirá imponiendo mediante la fuerza de una masa dominada por una minoría. Y es que no hay nada que no se imponga mediante la fuerza.