En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

domingo, 6 de noviembre de 2016

Nietzsche: Aurora..Pensamientos sobre los prejuicios morales.



La obra de Nietzsche Aurora es considerada como la destrucción de la moral europea enraízada en la cultura burguesa. 
Nietzsche trata de explicar la moral del sufrimiento voluntario. Para ello, recurre al placer de la crueldad, la cual constituye una virtud.

Se dice que una comunidad se fortalece experimentando actos de crueldad, en los cuales se supera el miedo. Es así que la crueldad es una de las más antiguas alegrías de la humanidad. De tal manera que los dioses se animan cuando se les ofrece ciertos actos de crueldad. Además se considera que la idea de sufrimiento voluntario tiene un sentido y valor..

Continuando con la crítica hacia la moral, Nietzsche piensa que la moral embrutece porque hace referencia a experiencias como la santidad, la antigüedad y el carácter incuestionablde las costumbres. 


Con todo ello, se delibera que la moralidad se opone a la formación de nuevas y mejores costumbres, o sea, embrutece. También un aspecto relevante en el que se hace partícipe la moral es cuando no se cumple perfectamente una norma, ya que el hombre es un ser débil y pecador hasta el fondo de su alma y totalmente incapaces para la moralidad. 

Apoyándose de lo ya mencionado, el filósofo considera que el hombre no puede aspirar a la felicidad. Es así que las normas y las promesas morales han sido otorgadas a seres mejores.

En efecto, la moral es la obediencia a las costumbres, cualesquiera que éstas sean, pero las costumbres no son sino la forma convencional de evaluar y actuar. Ante la perspectiva de Nietzsche el hombre libre es concebido como inmoral, porque quiere depender en todo de sí mismo y no de una tradición. 

Por ello se pregunta ¿quién es el hombre más moral? Por un lado, quien cumple la ley más a menudo, y sobre todo quien lleva consigo la conciencia siempre y en cualquier situación, por fugaz que sea, hasta el punto de que su espíritu se las ingenia constantemente para descubrir nuevas ocasiones para cumplir la ley. Por tanto, el hombre más moral es aquel que se concibe como el que se sacrifica más de las veces a las costumbres



De esta manera se enfoca a su realidad mencionando que se están viviendo momentos de inmoralidad. Por tal motivo, el poder de la costumbre se ha debilitado de manera tan sorprendente y el sentido de la moralidad se ha vuelto tan sutil y se ha elevado a una sublimidad tal que casi se podría decir que se ha evaporado.


sábado, 5 de noviembre de 2016

Optimismo es cobardía..Spengler


Spengler, en La Decadencia de Occidente decía:

Si estas doctrinas son "verdaderas" o "falsas" debemos reiterar y enfatizar una pregunta sin significado para la historia política. La refutación de, supongamos, el marxismo, pertenece al reino de la disertación académica y los debates públicos, en los cuales cada uno siempre tiene razón y su oponente siempre está equivocado... El poder que esos ideales abstractos poseen, sin embargo, apenas se extiende en el tiempo más allá de los dos siglos que pertenecen a la política de partidos, y su final se origina no en la refutación sino en el aburrimiento... La creencia en el programa era la señal y la gloria de nuestros abuelos; en nuestros nietos eso será una prueba de provincianismo. En su lugar se está desarrollando ahora mismo la semilla de una nueva resignada piedad, surgida de la conciencia torturada y el hambre espiritual, cuya tarea será fundar un nuevo Lado de Acá que busca secretos en vez de brillantes conceptos, y al final los encontrará en las profundidades de la "segunda religiosidad.Spengler,.




La concepción de Spengler de la Historia ha atraído la crítica de todos los lados. Muchos críticos han cuestionado el elemento de inevitabilidad que es inherente en el modelo de Spengler. Theodor Adorno negó que fuera históricamente necesario seguir el modelo que Spengler describió, y él veía a Spengler como un abogado de la decadencia que describió. Para Adorno, que fue una influencia intelectual clave para las fuerzas de la Nueva Izquierda, Spengler es cómplice de los procesos históricos que él describe, porque rechaza aceptar que el despliegue histórico puede ser cambiado. 

Según el modelo de Spengler, el período de vida de una Cultura está determinado por el imperativo de la lógica interna y por tener una duración limitada.

Para Spengler, ese ciclo de vida probablemente no puede ser extendido, del mismo modo que la vida de un ser humano no puede ser ampliada a 300 años. Como él famosamente escribió, "optimismo es cobardía" en El Hombre y la Técnica. Adorno rechaza aceptar la idea de que hay una decadencia inevitable que no puede ser frenada. 

La fase imperial de Occidente es, de hecho, un descenso voluntario hacia la barbarie y la opresión.

En un mundo de vida brutal y oprimida, la decadencia se convierte en el refugio de una vida potencialmente mejor mediante su renuncia a su lealtad a ésta y a su cultura, su crudeza y su sublimidad. Los impotentes, quienes, según las directrices de Spengler, deben ser hechos a un lado y aniquilados por la Historia, son la encarnación negativa dentro de la negatividad de esa cultura de todo, que promete, aunque débilmente, romper la dictadura de la cultura y acabar con el horror de la Prehistoria. En la protesta de ellos está la única esperanza de que el destino y el poder no tendrán la última palabra. Lo que puede oponerse a la decadencia de Occidente no es una cultura resucitada sino la utopía que está silenciosamente contenida en la imagen de su decadencia.

Otro pensador que niega la inevitabilidad del modelo de Spengler viene del extremo opuesto a Adorno en el espectro político. En su introducción al libro Imperium de Francis P. Yockey, Willis Carto sostuvo que la decadencia última de Occidente puede ser evitada debido a la singular situación tecnológica disponible para Occidente en ese entonces. Específicamente, escribiendo en el alba de la Era espacial, Carto sugiere que la exploración del espacio podría cumplir el imperativo expansivo de la fase cesarista sin causar la debilitante mezcla de razas que sigue al Imperialismo.


Para Carto, es esa mezcla racial la que proporciona la causa orgánica para la decadencia de una Cultura. Todas las Culturas concluyen con una fase universalista e imperialista debido a la lógica interior de su forma de vida. Esto, acepta Carto, no puede y no tiene que ser evitado. Pero, con el advenimiento de la navegación espacial, debería ser posible satisfacer la necesidad interior de la exploración Fáustica evitando la caída mestizada de todas las Culturas anteriores. Carto ve el Destino del Hombre Occidental en la colonización espacial y en la creación de un Imperium inter-estelar.