En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

domingo, 18 de enero de 2015

La cultura de la Otra Europa.

El 17 de Junio de 1960, la radio anunció que el extraño escritor Yockey se había suicidado con cianuro de potasion, nadie supo dónde se lo había procurado, no hubo autopsia, pese a ordenarlo la Ley, el caso se dio por cerrado. Francis Parker Yockey, con su nombre, o tal vez con su pseudónímo, Ulick Varange, pasará a la historia como uno de los mejores ensayistas políticos de su tiempo; como el continuador de Spengler en su monumental obra, La Decadencia de Occidente. Se graduó en Bellas Artes y en Derecho. Era economista, pianista a nivel de conciertos y conocía varias lenguas, en 1946 se le ofreció un empleo en el tribunal de "crímenes de guerra" que, en Wiesbaden, juzgaba a los jefes nazis de segunda fila, los de primer rango habían sido procesados en Núremberg. Yockey trató de llevar a cabo su tarea de una forma objetiva por lo que fue objeto de severas reprimendas por parte de sus superiores jerárquicos, en consecuencia, dimitió de su cargo aconsejando a los "jueces" que elaboraran ellos mismos su propia propaganda, por ser él un abogado, y no un periodista. Yockey organizó el "Frente de Liberación Europeo" y en 1951 publicó un manifiesto titulado "La Proclamación de Londres". Sus esfuerzos no tuvieron continuidad, por falta de fe o de preparación en sus inmediatos colaboradores. En 1952, el Departamento de Estado rehusó renovarle su pasaporte. El FBI le sometió a severa vigilancia, cual si se tratara de un delincuente peligroso. ¿Cuál era el motivo de esa vigilancia?. Tal vez la respuesta la haya dado el propio Yockey, cuando afirmaba que sus enemigos le habían valorado mejor que sus amigos. Para William Carto, su amigo, colaborador, editor y prologuista, la razón por la cual a Yockey había que vigilarle, había que atosigarse y molestarle, había que encarcelarle, la razón, en fin, por la cual él debía morir, no era otra que la de haber escrito "IMPERIUM". “IMPERIUM" es, como dice el propio Yockey, más que un libro. Es una obra que interpreta exactamente el pasado de! organismo cultural llamado Civilización Occidental, Europa, Mundo Blanco, lo que queramos llamarle y partir de él, nos proporciona una visión optativa del Porvenir. La opción es dual: o bien Occidente, víctima de un Parasitismo cultural varias veces repetido en el curso de la Historia, aunque sin parangón en cuanto a su virulencia, se rehace y, siendo fiel a sí mismo y a su alta misión, vuelve al camino marcado por su Destino, o sigue el camino actual: Democracia – Socialismo - Marxismo - Mundialismo, que le lleva a una destrucción cierta e ineluctable, y a corto plazo.


Por las páginas de "IMPERIUM", tras unos atinadísimos estudios sobre las perspectivas histórica y política del siglo XX, se analizan, engrosados dentro del concepto de Vitalismo Cultural, la Salud y la Patología Cultural -es decir, Total- del Organismo Histórico. Acaba la obra con una exposición cruda, desapasionada y objetiva del fenómeno geopolítico llamado "América", considerado por Yockey como una Colonia Cultural de Europa. En forma de apéndice se estudia la situación mundial, con una serie de observaciones, que eran profecías en 1948, cuando el libro se publicó, y son, hoy en día, realidades.


Es importante tener en cuenta el significado del pseudónimo que Yockey eligió como autor de "IMPERIUM"; Ulick Varange. Ulick es un nombre irlandés -no se olvide que fue en Irlanda donde el libro fue escrito - derivado del danés, y significa "regalo de la mente". En cuanto a Varange, se refiere a los varangios, la rama de los vikingos que conducidos por Rurik y llamados por los Eslavos, civilizó Rusia en el siglo IX, construyó el Estado Imperial Ruso y fundó la base de la aristocracia rusa que fue asesinada por los bolcheviques en 1917. Ulick Varange, pues, nombre extraído de dos conceptos anclados en ambos extremos de Europa, significa una Europa unida "desde los rocosos promontorios de Galway hasta los Urales", como él mismo pide angustiosamente en su libro. Varange significa, además, un recuerdo al origen occidental de la Rusia histórica.

Extraído del libro. La cultura de la Otra Europa.

jueves, 15 de enero de 2015

Georg Henrik von Wright


La obra de von Wright sorprende por sus dimensiones y su diversidad. Por ello sólo podemos limitarnos a dar cuenta de algunas de sus aportaciones más relevantes. Por otro lado, resulta difícil dividir su trayectoria intelectual en etapas, puesto que von Wright siempre se ha caracterizado por someter sus ideas a una continua reelaboración, lo que hace que sus líneas de investigación permanezcan siempre abiertas. 

Sus primeras investigaciones versaron sobre inducción y probabilidad su primera publicación sobre este tema fue el artículo On Probability. Este fue también el tema de su tesis doctoral. En 1941 publicó esta tesis con el título de The Logical Problem of Induction. El interés de von Wright en la inducción había sido a pesar del título más bien de carácter epistemológico, por lo que algunas cuestiones formales habían quedado, en su opinión, descuidadas. Su insatisfacción por esos descuidos le impulsó a continuar en esta dirección. 

Para ello trató de aclarar las nociones de condición necesaria y condición suficiente y su aplicación a la inducción en lugar de operar con las nociones de causa y efecto, como era habitual en esta materia. Todo ello toma forma tras otras publicaciones anteriores. Tras su segunda visita a Cambridge, su trabajo creativo se extiende fuera de la órbita de la inducción y la probabilidad. 

Su nuevo objetivo era la noción de verdad lógica. En ellos desarrolla las formas normales distributivas como un método de decisión de la verdad de las fórmulas lógicas y las teorías de la cuantificación simple y doble. Von Wright quedó insatisfecho de estos resultados. De vuelta en Helsinki, von Wright abre una nueva dirección en sus investigaciones. 

Se propone ahora discutir algunos tópicos especiales de la lógica filosófica. Su interés por la lógica deóntica y sus clases en la cátedra de filosofía moral que simultaneó con la suya propia durante un tiempo le condujeron a la ética y a la teoría. Para von Wright el determinismo relativo a la conducta del hombre el determinismo en las ciencias humanas no es el mismo tipo de determinismo que encontramos en las ciencias de la naturaleza. 

Debemos distinguir entre estímulos internos y externos de la conducta y debemos analizar el tipo de relación que existe entre tales estímulos y la acción. Simultáneamente, los estudios sobre la causalidad, la explicación intencional y, sobre todo, el determinismo acaban conduciendo a von Wright a la filosofía de la mente,especialmente al problema de la relación entre la mente y el cuerpo. 

Además de este tipo de filosofía, von Wright se ha ocupado también de cuestiones como el progreso, la tecnología, el estado del mundo, la racionalidad.

Las culturas no son comparables.

Cuando uno entiende que el Socialismo Nacional sostiene que cada pueblo se dará a sí mismo el tipo de Socialismo que deba darse, es decir, una forma social nacional, esto es, propia, inimitable, diferente y distinguible, comprende que esta visión política es íntimamente coherente con la afirmación. Por ello, resultan ilusos y artificiales los sistemas políticos que pretenden ser "universales".

Tienen éstos la pretensión de ser válidos para todas las culturas del planeta, y creen que sus preceptos éticos, morales y legales están justificados por la primacía de las fuerzas que los impulsan.

El caso más claro es el actual concepto de democracia ligada estructuralmente al libremercado, eje de las políticas del Nuevo Orden Mundial. Sin embargo, ya en la Decadencia de Occidente nos advierte Spengler de la caída de estos conceptos tan caros a Occidente, y a la par, tan responsables de esa misma decadencia.

Por ello, lo que Spengler denominará Socialismo Prusiano, viene a ser en términos amplios lo que se comprende como Socialismo Nacional. Una forma específica, natural y viable de hacer sociedad en una nación en particular, y de acuerdo a sus propias características.

Spengler se encuentra en la base de la formulación del Socialismo Nacional histórico, no militó en el NSDAP y fue censurado por el estado luego de 1933 su influencia puede encontrarse en mejor medida en el Strasserismo.

La llamada Revolución Conservadora Alemana debe contarle como uno de sus principales adalides, y serán sus herederos quienes llevarán adelante el ¡Alemania Despierta!, que es equivalente a gritar: "¡Sal de la Decadencia!".  Spengler, gran experto en la filosofía de Heráclito, basa su idea del isomorfismo en los estudios naturalistas de Goethe. A partir de ellos concibe un orden natural intrínseco a cualquier sistema dado, orden que debe cumplir obligatoriamente a lo largo de su desarrollo y manifestación. Como este orden o forma es generalizable a todos los niveles de la realidad, la cumplen desde las plantas en su crecimiento hasta las civilizaciones.

Como conclusión a su estudio de Heráclito, Spengler sostiene que la vida humana y la historia de la humanidad son una lucha constante entre la fijicidad y la movilidad, entre estados y procesos.

Spengler, pese a lo poco citado que resulta en los círculos académicos, es una influencia constante en el siglo XX. Entre otros, ha influido en los escritos de Georg Henrik von Wright sobre nuestra sociedad.

domingo, 11 de enero de 2015

La crítica a la disidencia

¿En qué consiste la crítica a la disidencia? veámoslo...El enemigo político concreto del militante NS europeo es la extrema derecha judía y su ideología religiosa, racista y supremacista, a saber, el sionismo, que ejerce un poder poco menos que sin réplica a escala mundial utilizando como central de propaganda los estudios de Hollywood, el sistema actual enarbola una ideología concreta, el antifascismo, pero no por capricho, sino sólo porque la requiere en cuanto fuente de manipulación discursiva, lo que significa que, como cualquier otro dispositivo de dominación pública, sin la fe de las masas del mensaje que transmite, el sionismo no podría existir. La crítica de la ideología es, por tanto, el primer e ineludible paso para todos aquéllos que han hecho de sus vidas una militancia disidente contra las fuerzas de la opresión, la mentira y el crimen que actualmente ejercen su tiranía incontestada. En efecto, la apabullante superioridad material del aparato de poder liberal-burgués sionista hace inviable un ataque contra el mismo de tipo violento que no vaya precedido de una victoria política, pero a su vez ésta sólo sería posible, o siquiera pensable, en el marco de un horizonte histórico donde se hubieran elevado al nivel de la opinión pública las graves incongruencias internas. Incluso si aceptáramos  la total hegemonía que el dispositivo de dominación ejerce sobre los medios de comunicación, la educación y la cultura, haría ininteligible semejante lenguaje alternativo. Por tanto, la tarea de los disidentes NS, nacional-republicanos o terceristas es acuñar un discurso que, aceptando ciertos presupuestos a los que el sistema no puede renunciar y ha institucionalizado o hecho suyos de manera compulsiva y subordinada pero omnipresente, por ejemplo las exigencias de verdad y objetividad. Las izquierdas de toda forma de actitud crítica, autónoma e incompatible con la obediencia ciega a la  autoridad quasi sectaria de tales gurús filoislamistas (hoy enemigos del islam, mañana ya veremos) y doctrinarios de tres al cuarto, quienes hacían cada mes la cesta de la compra con las ayudas aportadas por los servicios de información del estado, enjuta y hasta miserable retribución por su enojosa y canallesca labor de envenenamiento. El concepto central del racismo, la superioridad racial, fue definido por el judaísmo en términos de „pueblo elegido“ y llevado a la práctica en forma de asesinatos masivos y genocidas que el Antiguo Testamento describe con profusión y deleite. El proyecto liberal de globalización económica mundial, como antaño el comunismo y en sus orígenes la fe profética, no es más que el instrumento para la realización de los anhelos etnicistas inscritos en el judaísmo y secularizados por los sionistas.

lunes, 5 de enero de 2015

El Ocaso de los ídolos.. Friedrich Nietzsche

En la Alemania de hoy, nadie es ya libre de dar a sus hijos una educación aristocrática: todas nuestras escuelas «superiores» están organizadas para la mediocridad más equívoca, en su profesorado, en sus planes de estudio, en los objetivos de su enseñanza. Y en todas partes reina una prisa indecorosa, como si el joven llegara tarde a algo cuando no ha «terminado» ya a los veintitrés años, cuando no ha respondido aún a la «pregunta fundamental» de qué profesión desempeñar. Permítaseme decir que a un hombre que pertenece a un tipo superior no le gustan las «profesiones», precisamente porque sabe que tiene una vocación. Dispone de tiempo, no se le ocurre pensar que ha «terminado»; en relación con una cultura elevada, a los treinta años se es un principiante, un niño. Esos Institutos repletos de jóvenes y esos profesores nuestros de Instituto sobrecargados de trabajo y embrutecidos, constituyen un escándalo. Puede que haya motivos para defender una situación así, como hicieron hace poco los profesores de Heidelberg, pero lo que no hay son razones.

domingo, 4 de enero de 2015

La Crítica a la cultura occidental

Según Nietzsche, la cultura occidental está viciada desde su origen, porque el error más peligroso de todos consiste en intentar instaurar la racionalidad a toda costa.La cultura europea ha llegado a su propia ruina, a la decadencia, hay que liberar al hombre de todos los valores falsos, devolviéndole el derecho a la vida y a la existencia. Es decadente todo aquello que se opone a todos los valores del existir instintivo y biológico del hombre. Hay que criticar para eliminar los errores de base; se trata de una crítica total a los mundos que son inventados por el hombre occidental y que son síntomas de su decadencia: El mundo racional, y el mundo moral. El error de la moral se caracterizaría por su antinaturalidad, ya que impone leyes e imperativos que van en contra de los instintos primordiales de la vida. Además, el ideal de esta moral es el imperio de la virtud, o "hacer al hombre bueno", aunque realmente convierta al hombre en esclavo de esa ficción. Pero sus reproches también apuntan a la Lógica, representante de las pretensiones racionalistas que hasta ahora ha tenido la tradición filosofíca. Para lo lógico, la verdad se opone al error y Nietzsche rechaza esta oposición alegando la existencia de errores irrefutables y verdades contradictorias. No atacará en general a la ciencia, sino más bien al mecanicismo y al positivismo que con tanto éxito se consolidan en su época. En conclusión : la lógica de esta moral consiste en una alteración de la personalidad, porque considera que lo poderoso y lo fuerte es algo suprahumano y en cambio lo débil y lo vulgar es propio del hombre. Las acciones elevadas no son propias del hombre sino de otro yo más perfecto que se denomina Dios. De acuerdo con Nietzsche, las masas, a quien denominaba "rebaño", "manada" o "muchedumbre" se adaptan a la tradición, mientras el hombre utópico es seguro, independiente y muy individualista. El hombre siente con intensidad, pero sus pasiones están frenadas y reprimidas por la razón. Centrándose en el mundo real, más que en las recompensas del mundo futuro prometidas por las religiones en general, el hombre afirma la vida, incluso el sufrimiento y el dolor que conlleva la existencia humana. El hombre es un creador de valores, un ejemplo activo de "eticidad maestra" que refleja la fuerza e independencia de alguien que está emancipado de las ataduras de lo humano "envilecido" por la docilidad cristiana, excepto de aquéllas que él juzga vitales.

sábado, 3 de enero de 2015

Declaración de Dominique Venner


Las razones de una muerte voluntaria.
Estoy sano de cuerpo y de espíritu, y estoy lleno de amor hacia mi mujer y mis hijos. Quiero la vida y no espero nada más allá de ella, salvo la perpetuación de mi raza y de mi espíritu. Sin embargo, en el ocaso de esta vida, ante peligros ingentes que se alzan para mi patria francesa y europea, siento el deber de actuar hasta que aún tenga fuerzas para ello. 

Juzgo necesario sacrificarme para romper el letargo que nos agobia. Ofrezco lo que me queda de vida con intención de protesta y de fundación. Escojo un lugar altamente simbólico, la catedral Notre-Dame de París que respeto y admiro, esa catedral edificada por el genio de mis antepasados en sitios de culto más antiguos que recuerdan nuestros orígenes inmemoriales.

Cuando tantos hombres se hacen esclavos de su vida, mi gesto encarna una ética de la voluntad. Me doy la muerte con el fin de despertar las conciencias adormecidas. Me sublevo contra la fatalidad. Me sublevo contra los venenos del alma y contra los deseos individuales que, invadiéndolo todo, destruyen nuestros anclajes identitarios y especialmente la familia, base íntima de nuestra civilización multimilenaria. Al tiempo que defiendo la identidad de todos los pueblos en su propia patria, me sublevo también contra el crimen encaminado a remplazar nuestras poblaciones.


Como el discurso dominante no puede abandonar sus ambigüedades tóxicas, les corresponde a los europeos sacar las consecuencias que de ello se imponen. No poseyendo una religión identitaria a la cual amarrarnos, compartimos desde Homero una memoria propia, depósito de todos los valores en los cuales podremos volver a fundar nuestro futuro renacimiento rompiendo con la metafísica de lo ilimitado, origen nefasto de todas las derivas modernas.


Pido de antemano perdón a todos aquellos a quienes mi muerte causará dolor, y en primer lugar a mi mujer, a mis hijos y nietos, así como a mis amigos y fieles. Pero, una vez desvanecido el choque del dolor, estoy convencido de que unos y otros comprenderán el sentido de mi gesto y trascenderán, transformándolo en orgullo, su pesar. Deseo que éstos se concierten para durar. Encontrarán en mis escritos recientes la prefiguración y la explicación de mi gesto.