En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

jueves, 26 de enero de 2017

¿Cuán relevante es Arthur Schopenhauer?


Schopenhauer puede ser catalogado como un pensador de la así llamada Revolución Conservadora intelectual en la medida en que muchos pensadores como Friedrich Nietzsche, Vilfredo Pareto, Julius Évola y otros, cien años más tarde, estuvieron fuertemente influídos por sus escritos. 

Ni tampoco pueden estos autores ser correctamente entendidos a menos que el lector se familiarice primero con los escritos de Schopenhauer. En segundo lugar, las enseñanzas de Schopenhauer acerca de la primacía de la voluntad que lidera nuestra percepción de la realidad también pueden ayudar a comprender la hiper-realidad política del sistema liberal moderno. 

El nombre de Schopenhauer por lo general es esociado con el pesimismo cultural. Sin embargo, él está lejos de la caricatura de un autor suicida que cava sin cesar en la cultura de la muerte, como fue el caso de muchos de sus sucesores del siglo XX, incluído el magistral Emile Cioran. 

En sus aforismos Schopenhauer proporciona algunas recetas prácticas en cuanto a cómo minimizar una vida de dolor y pena y cómo desechar la peligrosa ilusión de la felicidad. Como un fino conocedor de la psicología humana, Schopenhauer justamente comenta que allí donde hay un violento arrebato de alegría, un desastre surge amenazadoramente sólo a la vuelta de la esquina.

Schopenhauer no está interesado en elaborar tratados políticos con su trabajo, ni tampoco habla de la sociología política de la Europa que se estaba industrializando rápidamente, o de las instituciones gubernamentales de su época. Los cambios políticos que él presenció, por dramáticos que fueran, como las guerras napoleónicas en Europa, el ascenso al poder de Estados Unidos y la época post-napoleónica, no eran de ningún interés para él. Completamente consecuente con sus opiniones misantrópicas con respecto a la naturaleza humana, él permaneció por encima de la lucha política e histórica hasta el punto del desinterés total.


Schopenhauer rechaza cualquier fórmula para cualquier sistema ontológico, político o ético cual fuese. En vez de eso, él demuele todas las doctrinas y todos los sistemas, sean ellos religiosos o políticos. Él se resintió de la política y puede ser justamente descrito como un "anti-intelectual" en un sentido moderno de la palabra. Para Schopenhauer el mundo es fundamentalmente absurdo y ninguna filosofía política puede cambiar su absurdidad. Un teórico francés de la postmodernidad, el filósofo Clément Rosset, es probablemente uno de los mejores autores que resumieron el significado de Schopenhauer para nuestros tiempos.

sábado, 7 de enero de 2017

La Técnica como Motor para la Conquista

Habría, según Spengler, un sedimento profundamente idealista en la filosofía europea, un poso que ni siquiera Nietzsche pudo evitar. Hay un humanismo que, de Derecha o de Izquierda, anhela un retorno a la candidez y al Edén perdido, y ese humanismo pretende orillar por completo una realidad: una realidad basada en el conflicto. El mundo es guerra, y la paz sólo se disfruta velando las armas.


Hoy, un "gran hombre" no puede dejar de lado las relaciones entre la técnica y la civilización. Los filósofos profesionales, ocupados de pequeñeces, que para Spengler podrían ser la lógica, la teoría del conocimiento o la psicología, hoy, son personajes que dan vergüenza
El autor de La Decadencia de Occidente sentía una profunda emoción ante los artefactos técnicos en la medida en que éstos revelaban voluntad de poder, prolongaciones y sofisticaciones de las garras, colmillos, cuernos y fauces con que la Naturaleza había dotado a los seres superiores, vale decir, a los depredadores. 

En esto debe pensar el filósofo de la Historia cuando piensa en profundidad y se hace una imagen del mundo y de sus civilizaciones en pugna.


Spengler decía admirarse más por las líneas de un transatlántico o de una nueva máquina industrial que por todos los cachivaches verbales que se traen y se llevan los "literatos", los "intelectuales" al uso. No hay, pues, aliento ni mucho rincón para el humanismo, para la cultura en el sentido sublime, en el sentido de ocio y superestructura volátil. 


Hay inventos que sólo la cultura fáustica ha elevado a su máxima expresión y que están pensados y llevados a cabo para el dominio. Dominio: si no se trata del dominio sobre potencias extranjeras, al menos el dominio sobre el espacio, el tiempo, la energía y cualquier otra posible limitación a las posibilidades humanas.