En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

sábado, 18 de abril de 2015

Cuidado con los falsos generosos

La libertad y la razón son elementos indisolubles y unidos, que se deducen el uno del otro, no es algo que esté ahí y se coge, cada cual forja su propia libertad, su propia voluntad, cada cual sabe hasta dónde puede mandarse y obedecerse, comprometerse y hacerse promesas, un acto es libre cuando uno lo decide y siempre a voluntad, pero para ello han influido sobre la decisión cientos de condicionantes la razón se supone en la reivindicación del hombre soberano, único, auto-crático, al menos para una mentalidad con inquietudes sociales..

En todas las relaciones humanas hay un interés por algo, quien da comida tiene interés en parecer bueno y mantener limpia su conciencia, y el que come se aprovecha de la buena conciencia. 

No es algo bueno, ni algo malo, simplemente es lo que es, y sin embargo esto no impide la generosidad, esto es precisamente la generosidad, lo correcto, lo comprometido, lo que pretende reciprocidad para el propio ego y para el de los demás. Si ayudas a alguien también te ayudas a ti, si ayudas a alguien y ese otro no te corresponde ni siquiera con un agradecimiento no merece más generosidad.

El egoísmo como actitud humana es algo que no debemos negar, ni siquiera en nosotros mismos: si decimos que somos generosos, mentimos, si decimos que no lo somos, también mentimos, como podéis observar, ser un negador es abolir una cualidad humana o elemento de la vida, asumir ambas es afirmar la totalidad admitiendo las contradicciones, es decir, acercarse al amoralismo, a estar por encima de los conceptos, abreviando, la generosidad se nuestra en el egoísmo y éste en la generosidad, son dos actitudes esencialmente de la misma naturaleza aunque con diferentes inclinaciones.

Así que cuidado con los generosos, cuidado con los desinteresados, cuidado disfrazados de egoístas generosos. 

domingo, 12 de abril de 2015

El gremio de los avaros..Onésimo Redondo..1932

Fuente: del libro, Onésimo Redondo Textos políticos.

Un tesoro de generosidad posee el avaro, y es éste, el elogio, como los elogios no cuestan dinero, los prodiga a las amistades y más a los clientes, sin tasa ni medida, lo mismo alaba la salud que la inteligencia.

Hablad con un avaro, que poco os cuesta, detrás de un mostrador de nuestros grandes comercios, en el fondo desaliñado de esos almacenes donde unos oscuros escribientes cuidan míseramente un avaro, le encontraréis también en los mejores despachos de las profesiones liberales, en el piso anónimo de un gran casero o del rentista que se vino a vivir a la ciudad y en los sillones más acogedores de los buenos casinos.

El dinero busca las manos sucias. Se acumula y se detiene allí donde hay unas manos hechas a especulaciones impuras y avaras de posesión. El hombre de verdad avaro, de cualquier forma hace dinero. Lo mismo se enriquece vendiendo alpargatas que drogas, e igual hace dinero si profesa el préstamo usurario que si se dedica al noble y azaroso oficio de la agricultura.

También se allegan riquezas con el trabajo y la inteligencia asociados sin avaricia: Es cierto. Pero allí se detienen inmóviles las riquezas, en perpetuo crecimiento, donde están las manos del avaro.

Entiéndase que no sólo es avaro aquel pobre y repugnante hombre que las leyendas pintan contando en sus lugares escondidos el oro, y atándose al corazón las llaves de su arca. Ni tampoco solamente el que de los sótanos traspasó al banco sus riquezas para dejarlas quietas, sin hacer otra cosa que percibir sus intereses y contarlas.

Hay avaros perfectos, avaros de corazón, que levantan edificios, adquieren fincas y aún mueven industrias. Esto, que si fuera una actividad generosa podría redimir a los ricos, a pocos de los que nuestra sociedad libra del estigma de la avaricia: por que ¿no lo hacen todos pensando solamente en el aumento de su fortuna?

Es avaro no solo el que se goza en contar a escondidas lo que posee; ni solo el que presta en metálico a grandes usuras. Lo es todo aquel que vive dominado por el afán de ganar y conservar.



Y un horror genérico, horror gremial  que se extiende por todos los de su casta  es característico del avaro: el de hablar largo y tendido de cosas trascendentales. Si queréis dar un mal rato al avaro, habladle en serio de los males sociales, y ponderadle la grave urgencia de invertir esfuerzos y dinero en salvar a la patria y redimir a los obreros. Le veréis distraerse al poco rato, empujar el volante de la conversación a lo superfluo y forcejear por volver a sus baratas amabilidades. Y cuidado con poneros pelmas, porque estáis perdidos: el avaro dará fin hasta de su cortesía, y cortará firmemente la conversación para sumirse nuevamente en el sabroso recorrido de sus ricos minutos, de los cuales, gota a gota, va destilando las ganancias.

Este gremio, bien poblado y poderoso, el de los avaros, es el que tiene a la sociedad en sus manos, porque tiene el dinero. Y podemos asegurar que hasta aquí no les ha salido enemigo serio. Lo fue – ¡y con qué denuedo! – Jesucristo.

Pero los sermones contra la avaricia, sermones crudos, sentidos y veraces, como los de Jesucristo y sus santos, han perdido actualidad. Nosotros, que frecuentamos las iglesias, hemos oído muy pocos.

Tampoco el marxismo es enemigo, ni mucho menos, de los avaros. Tiende únicamente a renovar el personal del gremio. Leed cualquier papelucho marxista y encontraréis tanta abundancia de diatribas contra las cosas de Cristo como carencia de combate serio contra ese gremio de los “ricos”, tan condenado por Aquél.

jueves, 9 de abril de 2015

La cultura clasica como enemigo..

"Quien siembra materialismo siempre recogerá capitalismo". Los Nacional Socialistas pedimos la eliminación de la educación progresiva de la escuela, aceptar la desigualdad, donde los alumnos puedan ser tratados según su nivel y condiciones.

Tras unos años de locura total, una vez logrados los objetivos de esa etapa, el Sistema logró establecer el gran pacto de futuro, la consecución de un entorno basado en el Mercado como Ser Supremo, junto a la mentalidad progresista y sus valores de izquierda como recubrimiento externo, mera estructura mental con la que disfrazar el poder mercantilista indiscutible.
La Educación, como reflejo que siempre es de la Voluntad Política, siguió perfectamente estas pautas.
Por ello la Escuela democrática se basa en dos facetas que reflejan perfectamente ese pacto:
Por un lado una Escuela que desea fomentar los ideales igualitaristas e impone una ideología progresista, forzando una igualdad inexistente.
n Por otra parte una Escuela que fomenta la conversión de los jóvenes en productores del Mercado, y que acepta absolutamente la desigualdad económica que el Mercado impone.
La educación actual en las escuelas se basan en estos dos errores llevados al extremo en todos sus aspectos.
Al tratar de imponer la igualdad en todo lo que significa valor personal, nos lleva a absurdos como mantener en una misma clase a chicos superdotados con auténticos retrasados mentales, jóvenes delincuentes con niños pacíficos, creando una situación insostenible. Se ha llegado a la brutalidad de ver alguna escuela privada que a los niños de 10 años ya les dan clases de economía y ordenadores, antes de saber realmente leer o formarse en el sentido de la Vida.
Todo el sistema educativo es una máquina creada por el Mercado para poner a su disposición producto humano trabajador, mientras fomenta la destrucción de la vida personal elevada, el arte, el estilo, la dignidad, mediante un progresismo igualitario.                                                                                                

LA ESCUELA "COMPRENSIVA"
La palabra comprensiva está aquí mal traducida del inglés, y quiere decir la Escuela Integradora. Esta concepción progresista se ha impuesto gracias al ESO (Educación Segundaria Obligatoria) y la LOGSE en España, que obliga a que todos los chicos hasta los 16 años se agrupen en un mismo nivel por la edad, independientemente de sus problemas y capacidades.
Tras unos pocos años de usar este sistema, ya se ha visto que el desastre es total allí donde la diversidad entre alumnos es grande, y donde no se puede ir a escuelas privadas.
Octavio Fullat, Presidente de Consejo Superior de Evaluación ya dijo tranquilamente que "un bachillerato integrado paga el precio de la mediocridad", o sea de la nivelación por lo bajo: la clase debe seguir el ritmo que marcan minorías de retrasados y conflictivos. Cesar Coll asesor Ministerio de la Reforma Educativa decía "Los alumnos brillantes no resaltarán". Se trata de nivelar siempre por lo bajo.
Para acabar de asegurar ese nivel ínfimo, la LOGSE indica que se deben valorar los progresos de los alumnos basándose en los objetivos generales del ESO, no en función de las necesidades de conocimientos necesarios para el curso siguiente. De forma que fomenta el aprobado general, basado en la ëbuena voluntad de todos, en vez de valorar los resultados de conocimiento y conducta. Mucho menos de la Conducta que en realidad ni se tiene en cuenta ya entre los criterios de evaluación.
Ante una Escuela Integrada, los alumnos mejores tratan de marcharse a la privada (si pueden), los profesores no tienen más remedio que ajustarse al nivel inferior, mientras los gamberros y mal educados campan por sus respetos al no poder ser expulsados ni corregidos. LA MAFIA DE LOS PSICO-EDUCADORES
"Siempre hay sanguijuelas que se aprovechan de la estupidez humana"
La LOGSE ha implementado un sistema de ëcontrolí de los Colegios basado en una clase de sanguijuela neurótica llamada expertos en psicología educativa. Son los comisarios políticos de la Reforma igualitaria, y los encargados de aplicar la estupidez igualitaria ,impedir que el sentido común se imponga sobre la Ley insensata.
El Consejo Escolar que gobierna una Escuela está formado por profesores, Alumnos, Padres ,dueños de la escuela y los comisarios políticos.
La realidad es que ante el temor de ser acusados de fachas o de tiranos, los temas de educación y disciplina quedan en manos de esos comisarios psicopedagógicos, que imponen las ideas utópicas de forma que aquello que con sentido común se arreglaría, con sus teorías de laboratorio se complica hasta el infinito.
La solución que esa gente da siempre se basa en dos fundamentos:
n Rebajar el nivel para que nadie se sienta discriminado.
n Echar la culpa de todo a los normales y la gente natural.
La teoría de Valorar las diferencias que tanto esgrimen es completamente distinta a lo que nosotros entendemos con esas palabras. Para el Sistema valorar las diferencias significa que aquellos chicos con problemas de inteligencia, voluntad o conducta, deben ser valorados de forma más positiva, de manera que alcancen el mismo aprobado que los demás. Valorar su incapacidad significa para esos lerdos aceptar que pese a ellas sean iguales a los demás en sus resultados.
Lo más jocoso es que esto sólo se logra hasta que acaban la educación básica, para luego lanzarlos al Mercado, que los tratará a todos no según su capacidad ni su igualdad teórica sino según su dinero. 
 LA CULTURA CLASICA COMO ENEMIGA DEL SISTEMA

"Si eres nacionalsocialista, primero lee a nuestros clásicos. Lo demás vendrá por añadidura"
El contenido utilista de la educación aumenta mes a mes, plan tras plan, mientras hacen desaparecer todo aquello que tiene un contenido humanista, que les recuerda su identidad cultural, su esencia humana, su innato desprecio al materialismo mercantilista que se trata de imbuir.
El progresivo desprecio por lo que el progresismo llama Canón Occidental está llegando a posiciones inauditas. Prohiben leer a los clásicos mientras hacen leer auténtica basura escrita. Los textos recomendados son cada día más decadentes. Sexismo, neurosis, problemas de tarados mentales, actitudes pútridas, un submundo de clientes de psicoanalista freudiano y por supuesto literatura anti-fascista, eso en todos sitios.
Hace poco un diario publicaba un trabajo de la Universidad de Vigo donde se investigaba la literatura juvenil y se indicaba que según recomendaciones de la Universidad de Londres y Frankfurt se había llegado a la conclusión de que estas obras clásicas infantiles y juveniles son nazis y fascistas. Se llegaba a recomentar que no se dejase leer a los chicos textos de hadas y héroes que son blancos todos, fachas, rubios y racistas, según esos idiotas progresistas actuales.

Se han editado ya versiones politicamente correctas de los cuentos infantiles y las leyendas populares donde ,por ejemplo, Caperucita Roja es una estudiante concienciada que se enfrenta a un nazy (el Lobo) que quiere matar a los inmigrantes (la abuelita), para al final ser salvada por los demócratas (el cazador)..
La eliminación del Latín es un mero ejemplo, constatado también por la minusvalía de la Filosofía, de la Historia del Arte o la Literatura cultural. ¿Cómo vamos a obligar a una masa de moros y negros que invaden Francia a estudiar la literatura delicada de Moliere y la historia de los Francos Carolingios?¿que interés tienen en esto un inmigrante del Congo y un vietnamita? ¿como se van a identificar con la historia francesa, por ejemplo, el negroide hutu que apenas se interesa por el Rapí que escucha en su casa?.
¿Van a sentir el amor por Roma y la cultura Griega los turcos que pueblan Alemania gracias al capitalismo?
Hace poco una profesora mestiza francesa se quejaba que en los cuadros de la pintura clásica todos los negros que salen siempre son criados y saltimbanquis vaya por dios!, y para evitarlo proponía que algunos personajes importantes de la Historia se representaran como negros, jocoso! y así empezaron por Cleopatra, y Anibal, entre otros Cleopatra, de la familia Ptolomeica, una griega reina de Egipto gracias al dominio de Alejandro de ese país, convertida en una negra nubia! todo para apoyar esa educación igualitaria imbécil. 


El latín ha sido sistemáticamente atacado por inútil. Y claro que lo es si se pone el Mercado como objetivo de la Educación. El Latín tenía como objetivo integrar al joven con su origen cultural, lingüistico y cultural. De Grecia y del Latín viene nuestra cultura, su conocimeinto básico era una forma de aprender a respetar la propia identidad. La lectura de los Griegos era antes una formación fundamental, no por su utilidad sino por su calidad humana. Pero claro, que le dirá este tipo de educación a quien sólo busca un puesto en el Mercado, y mucho menos al inmigrante filipino.

miércoles, 8 de abril de 2015

¿Cual es tu moral ?

¿Cuáles son las normas morales que rigen tu conducta?
¿Cuál es tu forma de comportamiento en la sociedad en la que vives? 
¿Te dejas llevar por las modas imperantes? 
¿Vives con el Sistema, en el Sistema o contra el Sistema al que dices combatir? 
¿Arriesgarías tu vida por la Patria? 
¿Qué significado tiene para ti la Religión, la Naturaleza, el Arte, la Nación, la Familia o el Trabajo? 
¿Te resultan casposos los valores Tradición, Camaradería, Disciplina, Orden, Voluntad, Amor, Honor…? 
¿Eres coherente entre lo que piensas y cómo lo vives, o vives como no piensas, o piensas como vives?
 ¿Eres políticamente correcto o incorrecto?
 Tú decides: o ser un zombi más del Sistema o ser una persona con ética, moral y estilo revolucionarios.


domingo, 5 de abril de 2015

Reflexiones de Nietzsche..

Según caminaba Nietzsche, en su locura, murió catalogado como una persona demente, escribió una serie de manuscritos.


Nietzsche escribió en Más allá del bien y del mal, su mejor obra:
..La sociedad no debe existir para la sociedad, sino como una infraestructura y un andamiaje que permita a una especie selecta de individuos elevarse hasta que puedan cumplir su tarea y convertirse, por lo general, en un ser superior.
Toda elevación del tipo hombre ha sido y seguirá siendo siempre obra de una sociedad aristocrática... unos hombres bárbaros en posesión de una fuerte voluntad y de un ansia de poder aún intactos se lanzaron sobre razas más débiles, más civilizadas, más pacíficas, dedicadas al pastoreo o al comercio o sobre antiguas culturas agotadas, cuya última fuerza de vital se extinguía en brillantes juegos artificiales en el ámbito del espíritu y la corrupción. La casta aristocrática fue siempre la casta de los bárbaros. 


Nietzsche, continuando con su anhelada quimera social, nos dice: que hay una moral de señores y una de esclavos, por lo que el aristócrata desprecia todo lo que es opuesto a él, a sus intereses". Debe ser por esto que el alma inferior se halla en mejor disposición que el alma más aristocrática para sufrir heridas y pérdidas de cualquier tipo.
La locura de las nacionalidades ha hecho y sigue haciendo que los pueblos de Europa se sientan morbosamente extraños entre sí.


En 1883, tres años después de publicar Más allá del bien y del mal, Nietzsche comenzó a escribir su ensayo Así habló Zaratustra. En él explica como el profeta Zaratustra, tras diez años retirado meditando en la montaña, nos avisa de la llegada del superhombre a nuestro mundo.
Nietzsche, en Así habló Zaratustra, decia: 

Dios ha muerto, sentenciando: ¡Todos los dioses han muerto! ¡Que viva ahora el superhombre! 
Nietzsche a través de Zaratustra nos explica por qué murió Dios: También Dios tiene su infierno: es su amor por los hombres. Dios ha muerto, le ha matado su piedad por los hombres.


Al escribir sobre el superhombre, Nietsche nos envía el siguiente mensaje: 

..el advenimiento de una raza superior que, forzosamente, tiene que estar dirigida por el mejor de esos superhombres que aparecerán tan pronto cuando el hombre se olvide de los dioses, de las religiones; cuando ese hombre desaparezca, pues el hombre es algo que debe ser superado... el hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre; una cuerda tendida sobre el abismo.
Así habló Zaratustra no es sólo una exaltación del teórico superhombre, de la super raza, sino que es también la de la voluntad del poder.


En El Anticristo, el protagonista es el ateísmo, y el pesimismo el segundo actor. Nietzsche nos dice: 

Tan sólo el pasado mañana nos pertenece. Algunos nacen de manera póstuma",y "La humanidad no representa una evolución hacia algo superior, hacia algo mejor, o más fuerte, o más alto. El progreso es una idea moderna, es decir, una idea falsa.

Mientras el sacerdote, ese negador, calumniador,envenenador, profesional de la vida, siga siendo considerado como una especie superior no habrá respuesta a la pregunta: ¿qué es la verdad? A continuación, nos dice que los sacerdotes, al igual que los idealistas, manipulan los grandes conceptos, mirando la realidad con ojos de superioridad y extrañeza. El profeta Zaratustra nos había avisado: Los sacerdotes son enemigos peligrosos. Nada es más vengativo que su humildad"
Nietzsche marca una línea diferencial entre los católicos y los protestantes: 

El protestantismo es la hemiplegía del cristianismo y de la razón.

Sin embargo, Nietzsche se distancia de él al negar el derecho a la compasión, sentimiento que admitía Schopenhauer, ya que, según Nietzsche: 
 ..la compasión acelera la decadencia, destruye la especie, niega la vida.
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Zaratustra ya lo había indicado:
 ¡Cuidaos de la piedad, es ella la que acabará por atraer sobre el hombre una pesada nube!.
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viernes, 3 de abril de 2015

De la sociedad liberal al comunismo..

La sociedad liberal sigue reduciendo el hombre al estado de objeto, dosificando las relaciones sociales, transformando a los ciudadanos en esclavos de la mercancía, reduciendo todos los valores a los de la utilidad mercantil, lo económico se ha adueñado hoy de la pretensión de lo político al poseer la verdad última de los asuntos humanos. De ello se deriva una progresiva privatización del espacio público que amenaza conducir al mismo resultado que la nacionalización progresiva del espacio privado por los sistemas totalitarios.

Las costumbres de consumo moldean cada vez más uniformemente los comportamientos sociales, y el acercamiento cada vez mayor de los partidos políticos conduce, de hecho, a recrear un régimen de partido único, en el que las formaciones existentes casi sólo representan tendencias que ya no se oponen sobre las finalidades, sin tan sólo en los medios para difundir los mismos valores y conseguir los mismos objetivos. No ha cambiado el empeño: se sigue tratando de reducir la diversidad.



Las democracias occidentales no están libres del totalitarismo, de hecho tienden a él, y es que existe cierto parentesco entre el comunismo y la democracia, de ahí que en el presente sea menos condenable el comunismo y si motivo de persecución e ignominia hacia los nacionalsocialistas, que si es una ideología digna de llamarse democracia, la prueba es que el  nacionalsocialismo broto democraticamente.

¿Por qué existe entonces un trato de favor hacia una tendencia ideológica que ha demostrado ser poco respetuosa con la vida humana?

Si no se ve igual de aberrante el comunismo es por la sencilla razón de que ambas, democracia y comunismo, se sienten herederas de la revolución francesa, universalismo, igualitarismo, etc, etc.


La eterna verdad

Las ideas, los valores, la verdad, enraízan en nuestra esencia como hombres, miembros de una comunidad que no tienen que justificarse ante nadie, porque ella misma es su justificación.

Estas tendencias filosóficas, en sus consecuencias y distantes, son un hecho europeo, y no debe ignorarse, como tampoco se ignoró en su tiempo el mensaje original de Nietzsche. Este pueblo, que ha dado al pensamiento las formas más originales, presenta ahora variedades verdaderamente revolucionarias; pero no más revolucionarias que la presente guerra y la tremenda crisis moral en que se debate el mundo. 

En una sociedad con una concepción filosófica, radican la verdad y la moral. Los conceptos éticos son sólo conceptos que regulan la relación entre la sociedad. La medida básica del valor hay que captarla en los valores morales, entre los cuales destacan el del honor y el de la fidelidad.

Es la personalidad en sentido propio, la que obra supremamente, y como tal, crea la personalidad libre: él es el creador de las leyes, y obedece sólo a la necesidad interna que le compromete con el honor y la fidelidad al pueblo.

La verdad no se construye con una «razón pura», sino que es algo fundamental, dado en el carácter de la persona y de la comunidad. Sólo se puede aspirar a captar verdades eternas sobre la base de la propia existencia y de sus condiciones raciales, étnicas e históricas. Y cuando un pueblo cambia totalmente, también cambia la verdad en la historia. Hay una verdad eterna, en la medida en que hay una vida eterna. Cada verdad concreta es una forma de participación en la verdad total. Las leyes de la naturaleza son perspectivas para aclarar el mundo y la realidad condicionadas por supuestos vitales.

La eterna verdad fundamental no puede ser aprehendida de manera adecuada en un único y particular acto de conocimiento: sólo todos los hombres juntos la poseen.

Con leves variaciones, dentro de la misma tendencia, se mueven las teorías de Rosemberg, de E. G. Kolbenheyer, de Wilhem Burkamp, de Arnold Gehlen, de Hermann Schwarz, de Schuldze-Boelde y otros.

Para Heyse, como antes para Jaensch, el deber tiene que derivarse del ser del hombre, y la nueva filosofía busca esta vinculación. La filosofía actual tiene que salvar del caos los valores, restableciendo la unión entre existencia e idea, entre los valores de toda especie y el hombre mismo. La filosofía actual tiende a alcanzar valores supremos en el proceso político, partiendo de los valores ya descubiertos en la existencia misma del pueblo.


Ser débil es hoy lo bueno..

El marxista cultural va en contra de la vida, pues no es un hombre de este mundo real, sino del mundo de las ideas falsas.
Cuando la moral que se quiere implantar no se encuentra se coge con las manos y se crea un sucedáneo, una moral manufacturada y racional.
Una cosa es sentir empatía por el dolor ajeno y otra vivirlo como si te doliera a ti. Una cosa es comprender un dolor ajeno y otra ver en el que sufre necesariamente una víctima o un ser que merece piedad, es decir, tu servidumbre hacia quien padece, tu esclavitud hacia el débil. Quejicas, flojos, vagos, pordioseros son los que dan pena y viven de ella, los que os dan su veneno y... picáis como moscas.
Esa moral que hoy impera lo único que pretende es lo mismo que con la silla, hacer el mundo un poco más cómodo. La moral que hoy nos domina no está hecha de las cosas de la vida, sino de divagaciones, de sueños, de metas imposibles e irrealizables. No está hecha para la laboriosidad y la paciencia de una vida natural y sacrificada, sino para monos con moral de esclavos. Esta moral que hoy totalitariza la vida de forma invencible quiere poner un velo a la propia vida en su crudeza. Quiere pasarnos por el fuego hasta que no quede dentro de nosotros ni una sola gota de sangre, quiere convertirnos en seres que no sienten ni padecen, en seres sin cuerpo que sólo sean pensamientos, como el aire, como los fantasmas.

El mundo de las ideas existe, pero no como otro mundo, sino inmerso en ese único mundo real y absoluto como un algo pensado.

Ser débil es hoy lo bueno, pues todo el mundo busca ser merecedor de la compasión de los otros, cual niños faltos de cariño que no se bastan a sí mismos. Seres incompletos, sumidos en la desesperación de sus propias carnes, son los que aúllan por las calles en silencio, clamando piedad, detestando la fuerza.


Nuestra sociedad necesita de gente ejemplar. En la Roma pagana y en la Grecia antigua tenían a los héroes y a los dioses, esos seres arquetípicos que eran completamente reales, y sus mitos, llenos de sabiduría. ¿Pero qué tenemos hoy? Sólo el ejemplo de lo execrable. El buen gusto y el buen ejemplo son una excepción.

jueves, 2 de abril de 2015

Moral de señores y moral de siervos

Nietzsche pensaba que había dos clases de hombres: los señores y los siervos, que han dado distinto sentido a la moral. Para los señores, el binomio «bien-mal» equivale a «noble-despreciable». Desprecian como malo todo aquello que es fruto de la cobardía, el temor, la compasión, todo lo que es débil y disminuye el impulso vital. Aprecian como bueno, en cambio, todo lo superior y altivo, fuerte y dominador. La moral de los señores se basa en la fe en sí mismos, el orgullo propio.
Por el contrario, la moral de los siervos nace de los oprimidos y débiles, y comienza por condenar los valores y las cualidades de los poderosos. Una vez denigrado el poderío, el dominio, la gloria de los señores, el esclavo procede a decretar como «buenas» las cualidades de los débiles: la compasión, el servicio propios del cristianismo, la paciencia, la humildad. Los siervos inventan una moral que haga más llevadera su condición de esclavos. Como tienen que obedecer a los señores, los siervos dicen que la obediencia es buena y que el orgullo es malo. Como los esclavos son débiles promueven valores como la mansedumbre y la misericordia. Critican el egoísmo y la fuerza.
la de moral de «amo» y de «esclavo» debe ser conocida por los «espíritus libres» para conducir a la humanidad a su superación: una sucesión de continuas superaciones — la moral deja de ser algo cerrado para ser visto como una dinámica de morales yuxtapuestas y reconocibles en la dinámica de las lenguas. Examinando la etimología de las palabras alemanas gut (bueno), schlecht (malo) y böse (malvado), Nietzsche sostuvo que la distinción entre el bien y el mal fue originalmente descriptiva, o sea, una referencia amoral a aquellos que eran privilegiados (los amos), en contraste con los que eran inferiores (los esclavos). El contraste bueno/malvado surge cuando los esclavos se vengan convirtiendo los atributos de la supremacía en vicios. Si los favorecidos (los «buenos») eran poderosos, se decía que los sumisos heredarían la Tierra. El orgullo se volvió pecado. Caridad, humildad y obediencia reemplazaron competencia, orgullo y autonomía. Clave para el triunfo de la moral de esclavo fue su presunción de ser la única verdadera moral. La insistencia en la absolutidad (Absolutheit) es esencial tanto en la ética religiosa como filosófica. Aunque Nietzsche dio una genealogía de la moral de esclavo y de amo, siempre sostuvo que esta genealogía era una tipología ahistórica de rasgos en toda persona.Para Nietzsche, la sociedad se encuentra sumida en un profundo nihilismo que ha de superar si no quiere ver su fin. El nihilismo que tiene distintas formas es un advenimiento de unas repetidas frustraciones en la búsqueda de significado, o más precisamente, «la desvalorización de los valores supremos». El nihilismo en Nietzsche se refiere al proceso histórico que surge en el reconocimiento de un valor sumo y termina en la asunción o reconocimiento de múltiples cosas valorables, al volverse inoperante lo que antes se mostraba como lo supremo. El nihilismo acontece en nuestro tiempo como manifestación de la ausencia de una medida única y, al mismo tiempo, como la proliferación de múltiples medidas que, en cada caso, pueden aparecer como válidas. Nietzsche ve en el despliegue del nihilismo toda fundación de cultura europea, la que surge como destino necesario de este proceso. La visión religiosa del mundo había sufrido ya un gran número de cambios por perspectivas contrarias, cayendo en el escepticismo filosófico, y en las teorías científicas evolucionistas y heliocéntricas modernas, lo que no hace más que confirmar la desvalorización de los valores supremos. lo ya señalado, hemos de sumar una creciente presencia de lo democrático, la que se muestra como la afirmación de una individualidad independiente de Dios y acreedora de la igualdad, de la medianía. La democracia aparece, a los ojos de Nietzsche, como un momento del despliegue del nihilismo igualmente negador de la vida que los que la antecedieron. Ambas manifestaciones del nihilismo se muestran a Nietzsche como negaciones de la vida, al negar u olvidar dimensiones de la misma que, a su parecer, aparecen como constitutivas de ella e inalienables a lo que él considera vida. Estas dimensiones negadas de la vida se muestran en ámbitos tan determinantes como el constante darse del devenir y las diferencias entre los hombres.Nietzsche ve esta condición intelectual como un nuevo reto para la cultura europea, lo que se ha extendido, asimismo, más allá de un pequeño punto de no-retorno. Nietzsche conceptualiza esto con su famosa frase, «Dios ha muerto», que aparece en La gaya ciencia y en Así habló Zaratustra. Esta frase fue dada también por Hegel veinte años antes de que Nietzsche naciera. Este aforismo, por una parte, señala el fin de eso que antes aparecía como lo imperante, y por otra, indica un terreno fértil, un terreno inexplorado, en el cual el propio Nietzsche es un colono. A partir de la frase «Dios ha muerto», Nietzsche se refiere tanto a la ceguera del pasado en tanto incapacidad de ver esto, como a la asunción de una nueva posibilidad de relacionarse con lo que es, posibilidad dada por la asunción de dicha muerte.
Nietzsche trata esta frase más que como una mera declaración provocativa, casi como una revelación, como si representase el potencial de nihilismo que arrastra el alzamiento y el progreso, en el contexto de un concepto absurdo y sin significado.
   
Según Nietzsche, el hombre europeo descendiente de los hiperbóreos ha de asumir la gran e inevitable consecuencia de la muerte en la sociedad occidental de Dios, del Dios judeo-cristiano, el vengativo y cruel Yahvé. La consecuencia de la muerte de Dios es que los valores vigentes en la sociedad occidental se vienen abajo ellos solos, según el nihilismo, o no se vienen abajo sino que los hombres los destruimos. Según Nietzsche la superación del nihilismo se producirá cuando el Übermensch imponga los nuevos valores de la moral de señores, destruyendo los valores de la moral de esclavos. Resumiendo, destruimos los valores de los hombres para poner en su lugar los valores del Übermensch, que ocupará el lugar de Dios.

“¿No oísteis hablar de aquel loco que en pleno día corría por la plaza pública con una linterna encendida, gritando sin cesar: “¡Busco a Dios! ¡Busco a Dios!”. Como estaban presentes muchos que no creían en Dios, sus gritos provocaron la risa. ... El loco se encaró con ellos, y clavándoles la mirada, exclamó: ¿Dónde está Dios? Os lo voy a decir. Le hemos matado; vosotros y yo, todos nosotros somos sus asesinos. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo pudimos vaciar el mar? ¿Quién nos dio la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hemos hecho después de desprender a la Tierra de la órbita del sol? ... ¿No caemos sin cesar? ¿No caemos hacia adelante, hacia atrás, en todas direcciones? ¿Hay todavía un arriba y un abajo? ¿Flotamos en una nada infinita? ¿Nos persigue el vacío ...? ¿No hace más frío? ¿No veis de continuo acercarse la noche, cada vez más cerrada? ...
¡Dios ha muerto! ... ¡Y nosotros le dimos muerte! ¡Cómo consolarnos nosotros, asesinos entre los asesinos! Lo más sagrado, lo más poderoso que había hasta ahora en el mundo ha teñido con su sangre nuestro cuchillo. ¿Quién borrará esa mancha de sangre? ¿Qué agua servirá para purificarnos? .. La enormidad de este acto, ¿no es demasiado grande para nosotros?”

miércoles, 1 de abril de 2015

En un mundo en ruinas...

Aquí tenemos que restringir los horizontes y limitarnos a lo que atañe a nuestra nación, primeramente debemos reconocer que las destrucciones que tenemos a nuestro alrededor son más bien de carácter moral y espiritual que de naturaleza material, económica o social. 

 No hay nada que no se pague: el destino relativamente mejor si lo comparamos con las otras naciones vencidas- que la traición y la deserción nos han deparado, tiene su contrapartida en un desfallecimiento interior, en un marasmo ideológico, en un decaimiento del carácter y de toda dignidad. Reconocer esto significa también reconocer que el problema principal, base de cualquier otro, es de carácter interno: realzarse, resurgir interiormente, tomar una forma, crear en sí mismo un orden y una rectitud. Nada ha aprendido de las lecciones del pasado reciente quien hoy se ilusiona, aún, a propósito de las posibilidades de una lucha puramente política y acerca del poder  de una u otra fórmula o sistema, si no se parte, ante todo, de una nueva calidad humana. Este es un principio que hoy más que nunca debería tener una evidencia absoluta: si un Estado tuviera un sistema político o social que, en teoría, valiera como el más perfecto, este Estado descendería antes o después al nivel de la sociedad más baja, mientras que, por el contrarío, una raza capaz de engendrar hombres verdaderos, hombres de sentir justo y de instinto seguro, alcanzaría un alto nivel de civilización y se mantendría en pie, firme frente a las más arduas y calamitosas pruebas, a pesar de que su sistema político fuera deficiente o imperfecto.

No sólo como orientación doctrinal, sino también respecto al mundo de la acción, es importante que los hombres alineados en la nueva confrontación reconozcan con exactitud la concatenación de las causas y de los efectos y la continuidad esencial de la corriente que ha dado vida a las varias formas políticas que hoy se debaten en el caos de los partidos. Liberalismo, después democracia, después socialismo, después radicalismo, en fin, comunismo o bolchevismo no han aparecido históricamente sino como grados de un mismo mal, como estadios que prepararon sucesivamente el complejo proceso de una caída. El principio de esta caída está en el punto en el que el hombre occidental rompió los vínculos con la tradición, desconoció cada símbolo superior de la autoridad y de la soberanía, reivindicó para sí mismo como individuo una libertad vana e ilusoria, se convirtió en un átomo eb vez de parte integrante de la unidad orgánica y jerárquica de un todo. El átomo, finalmente, tenía que chocaí contra la masa de los otros átomos, de los de más individuos y sei envuelto en medio de la emergencia del reino de la cantidad, del purc número, de la masa materializada, no teniendo otro Dios que la economía soberana. Y este proceso no se detiene a mitad de camino. Sin la revolución francesa, sin el liberalismo y la revolución burguesa no se habría dado el constitucionalismo y la democracia, sin la democracia no se habría dado el socialismo, sin la preparación del socialismo no se habría producido ni el radicalismo ni, finalmente, el comunismo. El hecho de que estas vatim formas hoy se presenten una junto a la otra o antagó- nicamente, no debe impedir reconocer para un ojo avizor que esas formas se mantienen unidas, se enlazan, se condicionan recíprocamente y solamente expresan los distintos grados de una misma corriente, de una misma subversión del orden social normal y legítimo.