En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

domingo, 20 de julio de 2014

Por el Dr. William Pierce





El asunto del cual he hablado con ustedes más a menudo es de la dominante influencia judía sobre los medios de comunicación de noticias y entretenimiento. He hablado frecuentemente sobre esto porque es el problema más importante con el cual debemos tratar. Es también un asunto respecto del cual recibo mucha crítica despiadada. Una de las formas más comunes de crítica es la objeción de que no importa. Seguro, los judíos controlan los medios, pero eso no hace ninguna diferencia, me dicen los críticos. Ellos son sólo buenos hombres de negocios, y ellos saben cómo dirigir los medios de manera rentable. Por eso ellos han obtenido el control, y no es peor que si hubiera sido un grupo de irlandeses o mormones el que estuviera en su lugar.


Ahora, en verdad, pienso que muchas de las personas que me dicen eso realmente no lo creen. Ellos sólo quieren ser políticamente correctos, y es políticamente correcto exonerar a los judíos de cualquier culpa. Incluso muchas de las personas que están preocupadas por lo que el control judío de los medios está haciendo a nuestra sociedad no quieren identificar aquel control como judío. Los bautistas, por ejemplo, que han lanzado un boicot contra laCorporación Disney debido a las películas explícitamente sexuales que su compañía sucursal de películas Miramax ha estado produciendo, rechazan identificar al jefe de Disney Michael Eisner o a los jefes de Miramax Bob y Harvey Weinstein como judíos. La protesta bautista es contra la inmoralidad en las películas, insisten ellos, no contra el control judío de la industria cinematográfica.


Usted sabe, esto se parece un poco a decir que usted está contra la sífilis pero que no tiene nada contra las espiroquetas. Y no es realmente honesta esta determinación de ser políticamente correcto. La corrección política está basada en una negación de la realidad, en la substitución de un cuadro deliberadamente falsificado del mundo en lugar de la realidad. Y esta deshonestidad, esta negativa a admitir verdades políticamente incorrectas, realmente tiene consecuencias muy serias para todos nosotros. Si rechazamos hablar de una manera realista del control judío de los medios de comunicación, podemos desistir también de intentar hacer algo sobre los efectos negativos que este control judío de los medios tiene sobre nuestra sociedad.


Déjeme darle un ejemplo específico del rechazo a afrontar una verdad políticamente incorrecta. Steven Spielberg tiene una nueva película,Rescatando al Soldado Ryan, y ha estado consiguiendo mucha atención de la crítica especializada. Ellos dicen que la película es buena porque es muy realista, porque da una representación muy honesta de la Segunda Guerra Mundial. Y por supuesto, la película muestra realmente el aspecto sangriento y violento de la guerra un poco más crudamente que otras películas. Pero honesta no es. Propaga las mismas mentiras sobre la Segunda Guerra Mundial que cada película —y quiero decir cada película— hecha por la industria cinematográfica judía en Hollywood ha propagado durante casi 60 años. Y los críticos de cine, sin tener en cuenta qué más ellos digan sobre estas películas, todos repiten estas mismas mentiras básicas.


Estas mentiras son que la Segunda Guerra Mundial fue una guerra "necesaria" —es decir, que no había ninguna manera de que pudiéramos haberla evitado— y que fue una guerra "buena" —es decir, una guerra moralmente justificada. Nos vimos obligados a luchar contra Alemania a fin de proteger a Estados Unidos. Nosotros no podíamos habernos quedado fuera de la guerra o haber luchado por el otro bando, porque habría sido inmoral. El otro lado era el mal. Luchamos contra el mal. Destruyendo a Alemania e Hitler salvamos al mundo, nos dice Hollywood. Salvamos la libertad. Salvamos al mundo de la esclavitud y la tiranía. Hitler era un hombre malvado, el hombre más malo que haya vivido alguna vez, y con sus malvadas tropas SS él tuvo la intención de esclavizar al mundo y destruír todo lo hermoso y bueno. Pero lo detuvimos. Salvamos a Estados Unidos. Salvamos al mundo.


Ésta es la historia invariable de Hollywood, y es una mentira: una mentira extremadamente peligrosa y destructiva. Pero lamentablemente es una mentira que es aceptada incondicionalmente, con una carencia absoluta de sentido crítico, por casi todos, y no sólo por los lemmings. Oímos esa mentira hoy en relación a la nueva película de Spielberg; y de hecho, la oímos de presentadores de noticias de televisión y de políticos y de otras figuras de autoridades cada vez que la guerra es mencionada. Ningún desacuerdo es permitido. Pero éste es el caso sólo para la Segunda Guerra Mundial. Uno puede tener opiniones discrepantes sobre la guerra española-estadounidense o sobre la Primera Guerra Mundial o sobre la guerra coreana. Uno puede cuestionar la moralidad o la necesidad de aquellas guerras sin ser considerado una mala persona. Y en cuanto a la guerra en Vietnam, uno puede incluso tomar la posición de los enemigos de EE.UU., como la actriz de películas Jane Fonda y un activista estudiante llamado Bill Clinton lo hicieron.


Pero no ha sido la línea dura del gobierno contra los disidentes lo que ha mantenido a la gente repitiendo el dogma de que la Segunda Guerra Mundial fue una guerra tanto necesaria como buena. Y no ha habido ninguna reticencia para ofender a los veteranos de la Segunda Guerra Mundial, porque tenemos a más veteranos vivos de la guerra de Vietnam en nuestra sociedad, y aquellos que se opusieron a la guerra de Vietnam nunca se han preocupado de si han ofendido a dichos veteranos.


No, el dogma de que la Segunda Guerra Mundial fue necesaria y buena, que salvó al mundo o que conservó nuestra libertad, es completamente la creación de propagandistas judíos. Por supuesto, la Segunda Guerra Mundial no preservó la libertad de Estados Unidos. La libertad de EE.UU. nunca fue amenazada por Alemania. Hitler no podía haber siquiera imaginado arrebatar la libertad de EE.UU. Su guerra contra EE.UU. era completamente defensiva. Nosotros fuimos los agresores. El ejército estadounidense invadió Alemania y le arrebató la libertad, no al revés. Nunca hubo el más leve peligro de que Hitler invadiera EE.UU.


Y nosotros ciertamente no salvamos al mundo; lo que hicimos fue entregar la mitad del mundo para que fuera gobernada por los carniceros comunistas durante casi 50 años. Ni siquiera defendimos los intereses económicos vitales de EE.UU. al destruír a Alemania. El único pueblo cuyos intereses vitales fueron defendidos por la participación de EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial fue el judío.


Y estos hechos realmente no son ni siquiera rebatidos por la gente seria y entendida hoy. Ningún historiador respetable o líder militar harían hoy la afirmación de que Estados Unidos estuvo en peligro de ser invadido por Alemania, o de que nuestros intereses vitales fueron amenazados por Alemania. En otras palabras, la guerra no era necesaria. Cada persona entendida comprende aquello, pero muy pocos lo dirán.


En cuanto a la afirmación de que Hitler y su SS eran monstruos malvados, y de que EE.UU. estaba en el lado de la justicia al destruírlos, podemos simplemente mirar los hechos otra vez: mirar lo que los dos lados realmente hicieron durante y después de la guerra. Es generalmente concedido que los alemanes trataron a los prisioneros de guerra estadounidenses tan bien como pudieron dadas las circunstancias. Y también es generalmente concedido que las tropas de Hitler, SS u otras, se comportaron ellas mismas mejor hacia las poblaciones civiles de los países que ocuparon que las fuerzas armadas de cualquiera de los otros combatientes, incluídos los estadounidenses. Las tropasSS de Hitler no violaron a civiles, por ejemplo. Este comportamiento contrasta con el de los estadounidenses y nuestros aliados, como el Ejército Rojo.


El Ejército Rojo, nuestro camarada de armas, era célebre por violar y asesinar a civiles; de hecho, los hombres del Ejército Rojo fueron animados a involucrarse en una conducta atroz por su propio gobierno, nuestro aliado. Y el ejército estadounidense mismo se involucró en varias masacres de prisioneros de guerra alemanes: por ejemplo, la masacre de más de 500 prisioneros SSdesarmados en Dachau por miembros de la 45a División del Ejército estadounidense el 29 de Abril de 1945. Y luego ocurrió el hambreamiento masivo de prisioneros de guerra alemanes en campamentos para prisioneros después de la guerra. Y hubo una masiva limpieza étnica, en la cual más de 2 millones de civiles alemanes fueron asesinados después de la guerra. El gobierno estadounidense aprobó este asesinato de masas, esta limpieza étnica —dimos el OK—, y nuestros aliados lo llevaron a cabo.


Si consideramos que la violación masiva y el asesinato de civiles es el mal, si pensamos que la ejecución masiva de prisioneros de guerra es el mal, y si uno de nuestros motivos para ir a la guerra era luchar contra el mal, entonces claramente estuvimos luchando en el lado equivocado. Y no es que no supiéramos cómo nuestro amoroso aliado soviético se comportaría antes de que comenzáramos nuestro esfuerzo para destruír a Hitler y sus fuerzas. Teníamos muchas evidencias de las atrocidades soviéticas masivas aún antes de que la guerra comenzara. Nuestro gobierno sabía lo que los comunistas habían hecho en Ucrania. Nuestro gobierno sabía sobre las detenciones masivas y ejecuciones en la Unión Soviética. Y antes de que cruzáramos el Canal de la Mancha para invadir Europa sabíamos de las ejecuciones masivas de oficiales polacos hechas por los Rojos en Katyn y en otras partes. Pero a pesar de ello nos aliamos con los asesinos de masas. Ayudamos a los asesinos de masas y a los violadores masivos a asesinar y violar a más millones de europeos. Y de esa manera la afirmación de que íbamos a la guerra a luchar contra el mal es simplemente una mentira. La Segunda Guerra Mundial no fue una guerra justificada. No fue una guerra moral. Fue la guerra más atroz de los tiempos modernos. Y estuvimos en el lado de aquellos que cometieron casi todas las atrocidades durante aquella guerra: estuvimos deliberadamente en el lado del mal.


Y hay sólo una razón por la cual luchamos en el lado del mal. Era porque ése era el lado judío. En los años anteriores a la guerra Hitler no estaba acorralando a la gente por miles y baleándolos, a la manera en que los comunistas lo estaban haciendo. Hitler no estaba baleando a nadie. Sus tropas SS no violaban ni aterrorizaban a nadie tampoco. Hitler estaba haciendo algo que provocó un enorme esfuerzo de propaganda mentirosa de odio contra él de parte de Hollywood. Aquello era la campaña de Hitler para romper la sujeción alemana a manos de los judíos. En Alemania Hitler arrebató los medios informativos y de entretenimiento de manos de los judíos. Él los echó de una patada de la profesión legal, que ellos habían monopolizado. Él los echó a patadas de la profesión de la enseñanza, donde habían estado inoculando sus ideas en las cabezas de los niños alemanes. E Hitler hizo todo esto pacíficamente, no violentamente. Él no acorraló a los judíos y les pegó un tiro. Él simplemente convirtió en ilegal para ellos poseer periódicos alemanes y emisoras de radio alemanas. Él hizo ilegal para ellos ejercer como abogado o dar clases en las escuelas alemanas. Y entonces los judíos estaban abandonando Alemania. Entre 1933 y 1939 dos terceras partes de los judíos que había en Alemania emigraron. Al mismo tiempo los comisarios judíos en la Unión Soviética estaban asesinando a millones de personas. Pero la propaganda de odio que salía de Hollywood era completamente anti-alemana, no anti-soviética. La única preocupación de los judíos era el bienestar de sus propios congéneres raciales. A ellos no les preocupaba cuántos rusos o ucranianos fueron asesinados. Pero ellos chillaron a voz en cuello cuando Hitler les arrebató los medios de comunicación alemanes.


Y ellos mintieron al pueblo estadounidense sobre lo que estaba pasando en Europa. Mintieron para tratar de hacernos odiar a los alemanes de la manera que ellos lo hicieron. Cuando un judío asesinó a un diplomático alemán en París en 1938 y el pueblo alemán reaccionó destrozando almacenes judíos y sinagogas en varias ciudades alemanas, los medios de noticias judíos en Estados Unidos reportaron el incidente como si los judíos hubieran estado siendo masacrados al por mayor en Alemania. Fue la famosa "Noche de los Cristales Rotos" que los judíos todavía siguen recordándonos cada año a fin de ordeñar un poco más compasión de nosotros. El cuadro de Alemania pintado por la propaganda de odio judía en Estados Unidos durante los años que precedieron a la Segunda Guerra Mundial era una deformación completa de la realidad. A los estadounidenses se les dijo que los alemanes vivían en un miedo constante a la Gestapo y la SS, que Hitler era un loco que aterrorizaba al pueblo alemán y que caía al suelo y masticaba el borde de su alfombra cuando él se enojaba. A los estadounidenses se les dijo que Alemania era una tierra de campos de concentración y alambre de púas y perros policiales. Nuestra invasión de Alemania iba a ser una "liberación" del pueblo alemán del gobierno tiránico de Hitler y la SS. Ésa es realmente la palabra que los propagandistas judíos usaban para describir el bombardeo terrorífico, la violación y el desmembramiento de Alemania por parte de estadounidenses y soviéticos: "liberación". Los invasores estadounidenses y soviéticos iban a ser los "libertadores".


Por supuesto, los judíos no controlaban todos los medios de comunicación antes de la Segunda Guerra Mundial. Ellos no controlaban la revista National Geographic, por ejemplo, y esta revista, con sus artículos y fotografías sobre la vida en Alemania contradecía rotundamente la propaganda de odio que viene de Hollywood. Un buen ejemplo, si usted tiene acceso a viejos ejemplares de laNational Geographic, es la edición de Febrero de 1937. Pero esa revista realmente no era un medio masivo, y el Hollywood judío apretaba mucho más fuerte la mente del estadounidense promedio. Y así la imagen de Alemania que la mayoría de los estadounidenses tenía era la imagen judía de una tierra de terror y miedo y brutalidad y represión controlada por los autómatas SS de Hitler, una tierra que necesitaba ser "liberada" y que era una amenaza mortal para Estados Unidos. Los propagandistas del odio de Hollywood nos mintieron acerca de la guerra más cruel y destructiva de todos los tiempos únicamente porque ellos odiaban a los alemanes, y ellos quisieron que nosotros destruyéramos a los alemanes por ellos.


Y ellos han mantenido sus mentiras de antes de la guerra hasta hasta el día de hoy, su representación de Hitler como un enloquecido mordedor de alfombras y de la SS como una pandilla de matones sádicos; y ellos han añadido a esto su propaganda de odio de la post-guerra de las cámaras de gas y de las pantallas de lámparas y jabones supuestamente hechos de los cuerpos de judíos asesinados. La mayor parte de los estadounidenses todavía cree que sus padres o abuelos "liberaron" a Alemania y "salvaron" al mundo. Ellos todavía creen que la Segunda Guerra Mundial fue una guerra "necesaria" y una guerra "justa". Y la razón de que ellos lo creen es que han visto cientos de películas de Hollywood y programas de televisión que han repetido estas mismas mentiras repetidas una y otra y otra vez, y ninguna figura pública ha tenido alguna vez el coraje o la honestidad para contradecirlos. Todavía seguimos escuchando las mismas mentiras en películas como "Rescatando al Soldado Ryan" de Steven Spielberg y en las críticas de aquella película en los controlados medios: los estadounidenses como "libertadores".


El hecho es que las mentiras de Hollywood sobre Alemania condujeron a millones de estadounidenses y europeos Blancos a ser asesinados únicamente para castigar a los alemanes por haber expulsado a los judíos de Alemania. Y estamos puestos en una gran desventaja hasta hoy por aquellas mismas mentiras, porque ellas impiden a muchos de nosotros examinar honestamente el pasado. Y si no podemos entender lo que ocurrió en el pasado, con mucha menor probabilidad elegiremos un sabio camino en el futuro. Pero el verdadero punto de mi ejemplo de la propaganda de odio de Hollywood sobre Alemania antes y durante la Segunda Guerra Mundial, es que los judíos, con su actual control de tantos medios de comunicación, son capaces de influír en las actitudes del país entero para satisfacerse. Ellos son capaces de persuadirnos para que demos preferencia a sus intereses y preocupaciones en vez de a los nuestros. Ellos son capaces de cambiar el curso de la Historia para su ventaja y para nuestra desventaja cambiando el modo en que las masas estadounidenses ven el mundo. Ellos fueron capaces de hacer eso en los años '30 y '40, antes de la televisión. Hoy, con la televisión, ellos son aún más capaces de cambiar las actitudes y opiniones estadounidenses para obtener ventajas para ellos mismos.


Y hoy hay muchos otros ejemplos del mal uso que los judíos hacen de su poder sobre los medios para manipular las opiniones y las actitudes de nuestro pueblo para nuestra desventaja. Existe la actual perspectiva de otra guerra en el Oriente Medio. Sadam Hussein e Iraq están siendo representados como una amenaza para Estados Unidos, una amenaza para el mundo, tal como Alemania fue representada como una amenaza para el mundo antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando en realidad Iraq es una amenaza sólo para los planes de los judíos para el Oriente Medio, y Alemania era una amenaza sólo para los planes de los judíos para controlar Europa. Pero la perspectiva de otra guerra es muy real, y seguirá siendo real mientras los judíos retengan su control de los medios y de la política del gobierno estadounidense. Iraq ciertamente no es ninguna amenaza para EE.UU. y nunca lo ha sido, pero si los judíos se han llegado a preocupar de la capacidad de Sadam Hussein para frustrar la futura expansión de Israel, usted puede estar seguro de que se nos requerirá nuevamente salvar a EE.UU., salvar la libertad y salvar al mundo "liberando" a Iraq. Y lamentablemente, la mayor parte de los estadounidenses responderán a ese llamado. Ellos creerán que están siendo patrióticos por el hecho de responder, tal como la mayoría de los veteranos de la Segunda Guerra Mundial todavía cree que ellos fueron patrióticos al responder al llamado para salvar a EE.UU. de Hitler.


Ésta no es la manera en que debería ser. No se debería abusar de esa manera del patriotismo de nuestro pueblo. Nuestros medios de comunicación no deberían ser usados para manipular a nuestro pueblo para nuestra desventaja. Por supuesto, la mayor parte de las personas siendo como es, será manipulada de una u otra forma. La mayoría de la gente creerá lo que por su televisión se le dice que crea, lo que significa que es esencial que la gente que controla los medios de comunicación, la gente que decide lo que a las masas se les ha de decir, debe ser nuestra propia gente, gente con nuestros mismos intereses, no gente con una agenda propia completamente diferente. Los medios de comunicación podrían ser una fuerza poderosa para el bien, una fuerza poderosa para ilustrar y ennoblecer y guiar a nuestro pueblo más bien que para explotarlo.


Usted sabe, mucha gente entiende esto; ellos entienden el poder de los medios de comunicación. Nuestros líderes políticos ciertamente entienden esto. Muchos académicos lo entienden. Pero ellos no se opondrán a los judíos. Ellos prefieren seguir la corriente, conseguir la ventaja que puedan para ellos mismos, pero no hablar claro contra el modo en que los medios han sido y están siendo mal usados para explotar a nuestro pueblo. Ellos tienen miedo de llegar a estar en la mira de la propaganda judía de odio. Y ellos comprenden la dificultad que hay para convencer al público de la verdad después de que éste ya ha sido convencido de una mentira; el público es aficionado a sus mitos, sobre todo a sus mitos patrióticos, y difícilmente otro mito patriótico es más estimado que el de que la Segunda Guerra Mundial fue una guerra necesaria y moral.


Y entonces los políticos y los académicos no harán notar las mentiras inherentes en "Rescatando al Soldado Ryan" de Spielberg. Y eso significa que tendremos que hacerlo nosotros mismos, el trabajo duro. Tendremos que seguir construyendo nuestros propios medios de comunicación: medios como estos programas American Dissident Voices. Es un trabajo largo y difícil. Y mientras hacemos eso oiremos y veremos mucha más propaganda idealizada de Steven Spielberg y los hermanos Weinstein y el resto del establishment judío de los medios. Pero al menos estamos llegando a más personas con la verdad este mes que a la que llegamos el mes pasado, y alcanzaremos a más todavía el próximo mes.–