En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

sábado, 29 de noviembre de 2014

Escribe Rosenberg..


El Movimiento Nacionalsocialista ha experimentado su propia ley, de acuerdo a la cual se ha presentado, a partir de los primeros días de su existencia, la premisa de toda acción,  la personalidad de un pueblo, la conducción frente a la nivelación democrática, la lucha total y hasta el fin contra el marxismo, ya sea socialdemocracia o bolchevismo, el relevo de la capa burguesa, incapaz de una nueva selección de la Nación, pero, esto es algo que todo aquel que construye y posee pensamientos propios entiende sin más, y es también fácilmente comprensible aún para el hombre más simple. La incomprensión del desarrollo de una nueva y grandiosa voluntad, hace que más de uno que se ha unido recientemente a la Organización sin estar debidamente consubstanciado con su doctrina, crea cándidamente que el Partido es un cómodo foro para sus planes y planecillos a los que hasta el presente, desgraciadamente, nadie ha prestado atención.


A esa gente, por lo general, le gusta hablar de la "idea", imaginándose al respecto sólo los productos de su fantasía, y consideran al Movimiento únicamente como objeto de prueba al que urge incorporar sus geniales tesis hasta hoy ignoradas. A esos elementos, obviamente, les resulta sumamente desagradable e intolerable la personalidad de un auténtico Führer, y el que aquí existan ya idea y forma, puesto que esto impide todo intento de asumir una pose. El sospechoso celo por la "fidelidad a la idea" esconde el propósito de colocarse a sí mismo en el lugar de los creadores. Para que una doctrina —y esto es una ley eterna— pueda llegar a plasmarse en la realidad y adquirir la dureza del acero, previamente debe ser llevada por un conductor a través de las llamas del tiempo. Todo el que es realmente fiel a esta idea insistirá, por eso, en la inseparabilidad de Führer e Idea, y estará de acuerdo en reducir a la más férrea disciplina a individuos como los de tipo mencionado o si ellos no poseen el carácter necesario en la necesidad de apartarlos sin conmiseraciones.


Son precisamente las personalidades más fuertes y más conscientes de un nuevo y poderoso movimiento espiritual las que no admiten hacer de una organización nacida en medio de enormes sacrificios y dolores, un club de debate público, de personas indecisas, que confunden palabrería con solución de problemas. La Idea está firme, indisolublemente ligada al Führer, de quien brotan las decisiones destinadas a seres humanos y no a abstracciones sin sangre que dan al mundo un nuevo rumbo.


En el reconocimiento interior de la Idea singular reside la genuina exteriorización de la libertad; ésta es, por tanto, la postura interna del nacionalsocialista. La fidelidad a ella es, entonces, fidelidad a sí mismo. Y la fuerza de esta Idea común se incrementa con el apoyo al Führer en la lucha contra la decadencia de nuestra época, en la batalla por un gran porvenir. Lo que determina nuestro juicio no es lo que hacen otros sino lo que representamos nosotros mismos a través de la palabra, la voluntad y la acción. Sólo esto nos da la pauta para la valoración de nuestro tiempo. Sólo el que comprende esta fe y la exclusividad pronunciada y fundamentada de esa fe, podrá incorporarse. Y únicamente el que participa en la vivencia de la lucha de la sangre y de los valores del alma racial germánica que despierta, sólo ése es capaz de dar un juicio sobre nuestras intenciones.


Mediante la reafirmación y acentuación del valor del carácter es realmente como se tiende el puente entre el pretérito del pueblo alemán y el presente.