En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

miércoles, 6 de abril de 2016

La educación y la crisis de la modernidad


Este artículo fue publicado por la revista Hespérides, en su número 20.



Expresiones como postmodernidad, modernización, o crisis de la modernidad son, hoy en día, relativamente frecuentes en los discursos políticos o intelectuales. Sigue habiendo, sin embargo, equívocos y contradicciones en torno al término modernidad, el cual pensamos que hay que intentar definir previamente antes de poder diagnosticar su crisis y estudiar sus relaciones con los problemas educativos.

Para Esparza la modernidad es una noción sumamente ambigua, pero por convención la definimos como el marco cultural que ha dado lugar a la civilización técnica, nacida de una sobrevaloración del espíritu humano respecto a su entorno natural y representada en un marco histórico de carácter lineal y progresista. Individualismo, materialismo y progresismo, entendido como finalismo histórico y como fe en el carácter lineal de la historia, son los rasgos fundamentales de la modernidad.

Para de Benoist y Champetier la modernidad designa el movimiento político y filosófico de los tres últimos siglos de la historia occidental. Se caracteriza principalmente por cinco procesos convergentes: la individualización, por la destrucción de las antiguas comunidades de pertenencia; la masificación, por la adopción de comportamientos y modos de vida estandarizados; la desacralización, por el reflujo de los grandes relatos religiosos en provecho de una interpretación científica del mundo; la racionalización, por el imperio de la razón instrumental a través del intercambio mercantil y de la eficacia técnica, y la universalización, por la difusión planetaria de un modelo de sociedad implícitamente presentado como el único racionalmente posible y, por tanto, como un modelo superior.

Para nosotros la modernidad es ante todo un programa de transformación social que se ejerce fundamentalmente en cuatro frentes: el político, el social, el epistemológico y el pedagógico. Al igual que los programas de investigación definidos por Lakatos, el programa de la modernidad presentas unos invariables, pero presenta también una serie de elementos en transformación que le permiten adaptarse a los grandes cambios sociopolíticos que el mismo programa provoca.



El frente político de la modernidad viene definido por las revoluciones francesa y americana. El frente social por la reforma protestante y la revolución industrial, fenómenos que autores como Merton y Weber han relacionado. El frente epistemológico por la adopción de un método privilegiado para la obtención del conocimiento, el método científico, asociado a la inducción; el proceso hunde sus raíces en el pensamiento de Bacon, Kant y Descartes y llega a su máxima expresión con el positivismo de Comte y el neopositivismo. Finalmente el frente pedagógico de la modernidad se fundamenta en el programa de la Ilustración, como un proceso educativo hacia la autonomía moral que conecta definitivamente emancipación, razón y educación, a través de la legitimación de una filosofía progresiva de la historia, como eje del binomio educación- felicidad.

Queremos insistir en el carácter dinámico de la modernidad, como proceso que se readapta a los propios cambios que provoca en el modelo social.