En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

domingo, 6 de marzo de 2016

El Organismo del Pueblo


Este organismo que es nuestro pueblo, y así nuestra raza, es el sentido de nuestras vidas. Nuestro objetivo es ayudar y ayudar a su crecimiento, su cambio evolutivo, su prosperidad...

Una sociedad viva tiene un imperativo biológico, es decir, tiene un destino y un ethos. Está sujeta a las leyes de la Naturaleza, al patrón de nacimiento-vida-muerte-renovación que se encuentra en la Naturaleza. Por cuanto es viva, procura crecer, prosperar y vivir reproduciéndose a sí misma. Por cuanto vive, y ha evolucionado, es distinta; tiene su propia naturaleza, carácter o ethos. La verdad es que la raza y la comunidad son la Naturaleza hecha manifiesta. La raza es la Naturaleza trabajando para producir diversidad y diferencia, y es la evolución en acción.

Para ser viva, una sociedad tiene que reflejar y representar el organismo vivo natural que es una comunidad de gente ligada por lazos de sangre y una cultura o herencia común. Esto es así porque sólo una comunidad racial o étnica tal vive como un organismo sano natural. Sólo un organismo racial único tal es distinto, y producto de la evolución. Todos los otros tipos de "comunidad" como las multirraciales de los Estados modernos son construcciones antinaturales y artificiales. 

Además, las ideas abstractas que subyacen en tales sociedades pueden infectar a una sociedad orgánica sana y destruírla. Tales sociedades antinaturales o una sociedad infectada, enferma y alguna vez sana no reflejan los imperativos biológicos y orgánicos naturales encontrados en la Naturaleza, por cuanto ellos no son distintos en el sentido racial.

Seguimos viviendo después de la muerte en ese organismo, en nuestros descendientes, en nuestros hechos, en el suelo, en la Naturaleza y en la "patria" donde este organismo mora. No hay ningún sentido para la "vida después de la muerte" aparte de éste. No hay ningún sentido para la vida además de éste, y todo lo demás es, en realidad, o una ilusión o un desperdicio de las oportunidades que ofrece la vida humana. Cualquiera que entienda estas cosas, y que actúe en base a este entendimiento, es alguien que está iluminado.


La realidad de nuestra naturaleza consiste en que nuestra conciencia de nosotros mismos, como individuos separados, es tanto buena como mala. Es mala porque puede conducirnos al egoísmo, en la búsqueda de objetivos, placeres y felicidades egoístas en perjuicio de la familia más grande que es nuestro clan, tribu o comunidad natural. Es buena porque eso significa que poseemos la capacidad de cambiar conscientemente mediante un acto de voluntad. Esto significa que podemos ayudar activamente a la evolución.


Fundamentalmente nuestra evolución hacia la conciencia nos ha presentado un dilema. Podemos decidir permanecer ignorantes, poco instruídos y egoístas, y de ese modo ignorar a nuestra propia comunidad y su futuro; o podemos decidir ayudar a nuestra gente, y así ayudar a nuestro propio desarrollo individual. Podemos elegir vivir egoístamente, y malgastar nuestra posibilidad de vivir después de la muerte, o podemos decidir ser idealistas e iluminados, y vivir después de la muerte en nuestro pueblo. O aceptamos nuestro Destino orgánico, o no tenemos ningún Destino. O aceptamos nuestras responsabilidades, nuestros deberes, como seres humanos que evolucionan, o no.