En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

viernes, 24 de octubre de 2014

Francis P. Jockey... Sobre el Marxismo..

El marxismo es una estafa, no toma en cuenta ideas vivas, sino que considera al mundo como algo que puede ser planificado sobre el papel, el judio de Marx no comprendió el socialismo ni el capitalismo como visiones éticas del mundo, su comprensión de ambos fue puramente económica, y por eso los comprendió mal, es un principio utopico, y no un programa económico, es la antítesis del individualismo que produjo el capitalismo, su idea evidente es instintiva: cada hombre para todos, el individualismo como principio vital, era obvio que cada hombre, al ocuparse de sus propios intereses, trabajaba para el bien de todos. Para el socialismo como principio vital, es igualmente obvio que un hombre que se ocupe únicamente de lo suyo trabaja ipso facto contra el bien de todos. Los fundamentos éticos y sociales del marxismo son capitalistas. Se trata, otra vez, de la vieja "lucha" malthusiana. Mientras que para Hegel el Estado era una Idea, un organismo con armonía en sus partes, para Malthus y Marx no había Estado, sino sólo una masa de individuos, grupos y clases ocupados en su propio interés. Hablando en términos capitalistas, todo es economía. Interés propio significa economía. Marx no discrepaba, en este plano, con los teorizantes del capitalismo, contrarios a la lucha de clases, Mill, Ricardo, Paley, Spencer, Smith. Para todos ellos la Vida era economía, no cultura. Para todos ellos también, era la guerra de grupo contra grupo, clase contra clase, individuo contra individuo, lo confesaran expresamente o no. Todos creían en el Libre Comercio y no deseaban "interferencias estatales" en los asuntos económicos. Ninguno de ellos consideraba a la sociedad o al Estado como un organismo. Los pensadores capitalistas no encontraban delito alguno en la destrucción de grupos e individuos por otros grupos e individuos, siempre y cuando no se infringiera el código penal. En definitiva, se pensaba que actuando así se servía al bien común. El marxismo es también capitalista en esto. Su ética había sobreañadido la ley mosaica de la Venganza, y la idea de que el competidor es moralmente malo, así como económicamente dañino.


El competidor de la "clase trabajadora" era la "burguesía", y como la "victoria de la clase trabajadora" era el único objetivo de toda la historia del mundo, naturalmente el marxismo, siendo una filosofía de "Progreso", se alineó con el "buen" trabajador contra el "mal" burgués. La necesidad de pensar que las cosas mejoran continuamente —un fenómeno espiritual que acompaña a todos los materialismos— era tan indispensable al marxismo como lo fue al darwinismo y, en general, a todo el filisteísmo del siglo XIX. En el esquema marxista, la Historia prácticamente no llegó a ninguna parte hasta que apareció la cultura occidental, y su tempo se aceleró infinitamente, y precisamente con la aparición del marxismo. La guerra de clases de cinco mil años estaba a punto de terminarse, y la Historia llegaría así a un final. La "victoria" del "proletariado" consistía en abolir las clases, pero también en implantar la dictadura. Una dictadura del proletariado implica que alguien debe sufrir ese dictado, pero ése es uno de los misterios del marxismo. Por esta razón práctica, el odio se infiltra en una imagen de la Historia y la Vida, y por esa razón a los "burgueses" —simples partes mecánicas de una evolución mecánica, según Marx— se les atribuyen todas las maldades. El odio es útil para fomentar una guerra que no ocurriría por sí misma, y, con el objeto de aumentar el odio, a Marx le gustaban las huelgas perdidas, que creaban más odio que las ganadas. Entre capitalismo y socialismo no hay relación de verdadero y falso. Ambos son instintos, y tienen el mismo rango histórico, pero uno de ellos pertenece al pasado, y otro al futuro. El capitalismo es un producto del racionalismo y del materialismo, y fue la fuerza rectora del siglo XIX. El socialismo es la forma de una época del Imperialismo político, de Autoridad, de filosofía histórica, de imperativo político extrapersonal.