Si el Estado puede conseguir el control completo de la crianza de los niños, sin la interferencia de los padres, entonces muy obviamente aquello daría al Estado el poder de conseguir un régimen de control de la mente en todo el espectro. No sólo el Estado podría diseñar la cultura de la sociedad sino que podría ajustar aquella cultura con el tiempo, actualizando el proceso de condicionamiento. Si el control de la mente en todo su espectro es el objetivo, entonces la eliminación de la familia se convierte en un objetivo primario.
Si la eliminación de la familia es en efecto un objetivo del proyecto del Nuevo Orden Mundial, entonces esto no es de ningún modo un objetivo fácil de conseguir. Uno tendría que hacer muchos esfuerzos para imaginar una institución que fuera más ferozmente defendida que la familia, o para imaginar una experiencia más dolorosa que ser separado de los niños o de los padres. Cualquier campaña para conseguir aquel objetivo tendría que volar bajo colores falsos, no anunciados como una campaña para eliminar la familia sino más bien como una campaña destinada a la protección de los derechos y el bienestar de los niños.
Es bajo esta luz que sugiero que consideremos las muchas revelaciones que han surgido en años recientes en cuanto al abuso sexual de menores, y la existencia de círculos pedofílicos. En muchos de estos casos nos enteramos de que la actividad abusiva ha estado ocurriendo durante muchísimos años, como vemos en el caso de los sacerdotes pedófilos. ¿Por qué estas actividades existentes desde hace mucho tiempo sólo han sido "descubiertas" recientemente?.
Si debe haber una fuerte campaña en favor de "los derechos y el bienestar de los niños", se necesita primero una fuerte impresión de que sus derechos y bienestar necesitan ser protegidos. Las denuncias de abuso sexual contra menores sirven a aquel propósito muy bien. Cuando usted ve un drama policial, donde niños abusados son rescatados de padres drogadictos por nobles policías, usted está consiguiendo imágenes de un Estado benévolo, y de un entorno social que requiere intervención. Esto se convierte en una fórmula que puede ser expandida con el tiempo. Y por supuesto hay interminables anuncios donde un niño descuidado se sienta solo en casa (película en blanco y negro para lograr el efecto), temeroso y hambriento, y usted puede donar 3 dólares a alguna agencia de protección de menores.
No recuerdo el link, pero me encontré con una página web de una agencia de Naciones Unidas que promovía las virtudes de los niños criados "de manera alternativa", estos son niños criados como un grupo, sin padres, supuestamente estos niños eran "más creativos", y mostraban otros signos positivos, que agradable, otra mierda de buenas intenciones a lo largo del camino hacia la desaparición de la familia.
El año pasado, 2013, tanto en Irlanda como en Nueva Zelanda, fueron adoptadas enmiendas constitucionales que declaran que los derechos y el bienestar de los niños son supremos, superando cualquier derecho que pudiera ser reclamado por los padres de un niño. En Irlanda fue inmediatamente interpuesto un recurso judicial, basado en el hecho de que el Gobierno había hecho ilegalmente una campaña a favor del referéndum que aprobó la enmienda, cuando según la ley el Gobierno debería haber sido neutral. El recurso, sorprendentemente, no fue rechazado por los tribunales. No hay ninguna fórmula específica en estas enmiendas en cuanto a lo que define los derechos y el bienestar de los niños, dejando a discreción del Estado cuándo podría ser apropiada la intervención sobre la familia.
A medida que las condiciones económicas empeoran, bajo las dificultades de la austeridad y la privatización, y mientras se elimina la asistencia social, se convertirá en una lucha para un creciente número de padres el alimentar, vestir y albergar a sus familias. Sería demasiado fácil para el Estado dictaminar un "nivel mínimo de condiciones aceptables" y asumir al por mayor el cuidado de los menores, basado en "perfiles socio-económicos". Ése es sólo uno de los escenarios posibles, pero es la clase de escenario para el cual estamos siendo preparados.–
