La selección natural, en el ámbito de la especie humana, actúa siempre, según De Lapouge en sentido inverso, es decir, eliminando los elementos étnicos y sociales superiores y encumbrando a los inferiores: guerras, revoluciones, etc., han operado como resultado una selección natural que ha provocado el ocaso de las élites arias, siempre más dispuestas al riesgo del combate y al honor de una muerte heroica. Pero De Lapouge, al contrario que Gobineau, piensa que es posible reaccionar oponiendo a la "selección natural", tan destructiva para el elemento ario, una "selección racional", dirigida por la intervención científica del hombre para salvaguardar a sus elementos raciales más puros.
Y tal fin podía conseguirse mediante dos métodos: prohibiendo u obstaculizando la descendencia de los inferiores racialmente, enfermos o tarados, por un lado, y promoviendo y motivando la descendencia sin límites de los elementos más puros e íntegros racialmente. De Lapouge inauguraba uno de los fundamentos del racismo eugenésico que el nacionalsocialismo se encargaría de llevar a la práctica: la esterilización y el exterminio de los individuos nocivos o parasitarios de la comunidad social y racial, así como la selección de los elementos nórdicos más puros y el estímulo para la multiplicación reproductiva entre los mismos.
Y tal fin podía conseguirse mediante dos métodos: prohibiendo u obstaculizando la descendencia de los inferiores racialmente, enfermos o tarados, por un lado, y promoviendo y motivando la descendencia sin límites de los elementos más puros e íntegros racialmente. De Lapouge inauguraba uno de los fundamentos del racismo eugenésico que el nacionalsocialismo se encargaría de llevar a la práctica: la esterilización y el exterminio de los individuos nocivos o parasitarios de la comunidad social y racial, así como la selección de los elementos nórdicos más puros y el estímulo para la multiplicación reproductiva entre los mismos.