En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

lunes, 3 de abril de 2017

Nietzsche no es culpable de esa idea.


La malignidad, el odio, el orgullo, el engreimiento, el egoísmo, la crueldad, son todos considerados como la única condición de que alcancen los más extremos límites posibles y no se detengan ante ningún obstáculo, es la liberación completa de toda restricción moral. 

La supuesta amoralidad está asociada con el nombre de Nietzsche. Pero Nietzsche no es culpable de esa idea. Por el contrario, quizá nadie ha puesto nunca en la filosofía tanto anhelo de verdadera moralidad y verdadero amor como Nietzsche. El sólo estaba destruyendo la vieja moral petrificada que desde hacia mucho tiempo había llegado a ser anti-moral. Él se rebeló contra la moralidad ya hecha, contra las formas invariables que en teoría son obligatorias siempre y para todos, y que en la práctica son violadas siempre y por todos.

En Nietzsche el sentimiento moral es con frecuencia un sentimiento severo y despiadado.

Obviamente las palabras de Nietzsche están condenadas a ser mal comprendidas y mal interpretadas. La crueldad de Nietzsche es considerada como su principal característica, como el principio subyacente a su tratamiento de los hombres. La gran mayoría de los críticos de Nietzsche no quieren ver que esa crueldad está orientada contra algo interior, contra algo que está dentro de él mismo, contra todo lo que es "humano, demasiado humano", pequeño, vulgar, e inerte. La no comprensión de Nietzsche es uno de los curiosos ejemplos de una incomprensión que es casi intencional.
La necesidad de luchar contra el hombre para llegar al superhombre es lo que el pensamiento moderno se rehúsa completamente a admitir. Esta idea difiere completamente de la exaltación del hombre y su debilidad tan característica de nuestros tiempos.


Zaratustra de Nietzsche dice estas interesantes palabras: 

Yo soy de hoy y de ayer. Pero en mí hay algo que es de mañana y de pasado mañana, del porvenir

Pero Zaratustra habla no del conflicto sino de la totalidad que incluye al hoy y al ayer, el mañana y el futuro, una totalidad que llega cuando las contradicciones, la multiplicidad y la dualidad han sido vencidas.

La ausencia de la idea del superhombre en la mayoría de las modernas filosofías de la vida es en un grado considerable la causa del terrible caos del pensamiento en el cual vive la Humanidad moderna. Si los hombres trataran de conectar la idea del superhombre con los demás puntos de vista más o menos aceptados, ellos verían que ello muestra todo bajo una nueva luz, presentando desde nuevos ángulos las cosas que ellos creían que conocían muy bien, y les recordaría el hecho de que el hombre es sólo un visitante temporal, sólo un pasajero, sobre la Tierra.

Esta idea es expresada por Nietzsche: 

Quiero enseñar a los hombres el sentido de su existencia: quién es el superhombre, el relámpago de la sombría nube que es el hombre. 
Así Hablaba Zaratustra, I, Prólogo, 7. 

Nietzsche comprendía que el superhombre no puede ser considerado como el producto de un desarrollo histórico que deba realizarse en un futuro distante, que no puede ser considerado como una nueva especie zoológica. El relámpago no puede ser considerado como el resultado de la evolución de la nube.