El individualismo, que se ha convertido en el modo de pensar dominante de la gente occidental, ha conducido indudablemente a una situación en la cual la nación ha sufrido a consecuencia de agendas externas hostiles a la nación.
El individualismo desenfrenado ha creado un punto débil que ha sido aprovechado por los enemigos de la nación. La creencia en el individualismo total a costa del bien colectivo de la nación ha permitido que nosotros lleguemos a ser ocupados desde dentro por aquellos que reconocen el beneficio de trabajar como un grupo.
Cuando una nación está llena de individuos, es susceptible de que se apoderen de ella, pero cuando los individuos de la nación están unidos en favor del bien colectivo de la nación, entonces es mucho menos probable que caigan víctimas de aquellos que buscan su perdición.
La gente lanza la etiqueta de "fascista" no entendiendo su sentido verdadero. Ellos usan dicho término como una manera de desacreditar el sentimiento patriótico. Ellos también erróneamente afirman que el Fascismo apoya al "sistema capitalista". Lo que el fascismo hace es regular el capitalismo de modo que éste no se convierta en una fuerza de la nación, destruyendo de ese modo al globalismo controlado por las finanzas internacionales.
Por ejemplo, si un individuo quisiera abrir un negocio, sólo le sería permitido si ello beneficiara a la nación y a su gente. Si dicho negocio requiriera emplear a trabajadores en el Tercer Mundo para producir bienes para la venta, entonces no sería permitido porque eso no sería de ningún beneficio para el trabajador o el consumidor nacional. El trabajador nacional debería ser empleado para producir bienes a un precio que ellos puedan permitirse comprar.
El fascismo no permitiría que los bancos esclavizaran financieramente a la nación o a su gente, y no permitiría que los intereses de la finanza internacional judía dominaran la política y los medios de comunicación. Todos los medios de comunicación que se haya demostrado que están trabajando para los intereses de grupos exteriores serían cerrados, y todos los medios de comunicación que se haya probado que están mintiendo serían cerrados, con el objetivo de tener una prensa verídica y realmente libre. Nadie hoy puede decir con alguna honestidad que tenemos una prensa libre y verídica.
El fascismo no permitiría que los bancos esclavizaran financieramente a la nación o a su gente, y no permitiría que los intereses de la finanza internacional judía dominaran la política y los medios de comunicación. Todos los medios de comunicación que se haya demostrado que están trabajando para los intereses de grupos exteriores serían cerrados, y todos los medios de comunicación que se haya probado que están mintiendo serían cerrados, con el objetivo de tener una prensa verídica y realmente libre. Nadie hoy puede decir con alguna honestidad que tenemos una prensa libre y verídica.