En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

sábado, 26 de septiembre de 2015

La paciencia

El aburrimiento es la enfermedad de las almas y de los cerebros vacíos.
La paciencia es la primera victoria, la victoria sobre sí mismo, la victoria sobre nuestra susceptibilidad.
Mientras que no la adquiramos, la vida no es sino un torrente de capitulaciones. capitulaciones, sin duda, estrepitosa, disfrazadas por gritos de falsa autoridad, que solo representan, en verdad, la abdicación ante el orgullo.

Tener paciencia es saber guardar nuestra hora con el dedo crispado sobre el gatillo, alerta, como vigilándola presa.
Tener paciencia es construir cada acto de cada día con orden y equilibrio, que son el andamiaje que sostiene la vida en pie.

Mientras no nos desprendamos, un día, de todo lo externo y no seamos capaces de vivir solos, es decir, en compañía de lo más real lo que nada turba, no pisaremos el umbral de la felicidad.
En lugar de quejarnos de la soledad, bendigámosla, aprovechemos la posibilidad inesperada que nos da para examinarnos en silencio, para dominarnos lucidamente y totalmente, hasta en nuestros más contradictorios pensamientos.
La grandeza verdadera está en la nobleza del alma, que se da y se gasta, anhelante de darse, en cada uno de nuestros deberes, sobre todo en los que están limpios de vanidad.
¡Cuánta gente, colmada de todo, se queja de continuo, lo encuentra todo mal y no acierta a gozar nunca de nada!
Debemos mirar siempre hacia los que tienen menos que nosotros y contentarnos, y gozar de lo que poseemos sin alimentar nuestro espíritu de quimeras.
La vida es siempre bella si sabemos mirarla con ojos apacibles, con luz de un alma en paz.
No hay más remedio que alimentar el espíritu, para no dejarse caer en el embrutecimiento, en la suciedad, en la mediocridad.
Hay una cultura, un equilibrio del espíritu, una madurez cálida del pensamiento que solo pueden ser el resultado de la larga disciplina, de las facultades superiores, aplicadas, con fervor y con método, al estudio de la obra desnuda de la humana inteligencia.
Solo el estudio desinteresado de las civilizaciones antiguas, que son manantial de las ideas y de los sistemas; el estudio de la filosofía; el estudio de las matemáticas y el estudio comparado de la historia, solo ellos pueden darnos la plena armonía del espíritu.
Amamos
 nuestra miseria, porque nos eleva y nos prepara para los altos destinos que reclaman corazones fuertes y puros.