En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

jueves, 4 de junio de 2015

Nuestro Destino... Oswald Spengler

Para que el desarrollo sea un cumplimiento cada evolución debe tener un principio, y cada realización es un final, sólo se debe tener miedo a la muerte en el momento de ser asesinado, pero el hombre, que no depende de la superficialidad de su naturaleza y triunfa sobre el miedo, vencerá. 

Una antigua leyenda griega cuenta cómo un Dios  puso ante Aquiles la posibilidad de elegir entre una larga vida o una vida corta llena de hechos y fama, y cómo él escogió la segunda.

El hombre era y es, muy poco profundo y cobarde para soportar el hecho de la mortalidad de todo lo viviente. Se envuelve en el progreso-optimismo, y se arrastra detrás del refugio de los ideales a fin de no ver nada.

La vida del individuo es tan perecedera como la Cultura de los pueblos, cada creación está condenada al decaimiento, cada pensamiento, cada descubrimiento, cada acto al olvido, en todas partes estamos viendo como todo lo grandiosamente construido desde la historia esta predestinado o han desaparecido. las ruinas y las obras de culturas muertas yacen sobre nosotros.

La historia del hombre, es realmente breve, se trata de una fuerte subida y caída, que cubre unos pocos milenios, un período insignificante en la historia de la tierra, pero, para nosotros, llena de trágica grandeza, y nosotros, los seres humanos del siglo XX, vamos cuesta abajo, nuestro ojo para la historia, nuestra facultad de escribir la historia, es un signo revelador de que nuestro camino está a la baja. 

Y, lo que es más, el destino de cada una de las personas consiste en su ser, por nacimiento, no sólo por su tiempo de en la historia, criado en ella, en un siglo en particular, un país en particular, un pueblo en particular, una religión en particular.. 

No está dentro de nuestro poder de elegir si nos gustaría ser hijos de un campesino egipcio de 3.000 aC, de un rey persa, o de un vagabundo de hoy en día. Este destino es algo a lo que tenemos que adaptarnos. 

Se condena a ciertas situaciones, puntos de vista y acciones. No hay hombres como los filósofos hablan, sólo hombres de una época, de una localidad, de una raza, de un elenco personal, que viven en la batalla contra un mundo dado y ganan o pierden, esta batalla es la vida, la vida en el sentido nietzscheano, una despiadada batalla.