Por desgracia para los corazones débiles de estos escritorzuelos pusilánimes, la respuesta es un rotundo "sí".
Una visita a un campamento indio confirmó su creencia para reconocer que Estados Unidos lleva las semillas del caos racial y condenó el hecho.
Muy influido por las obras de Friedrich Nietzsche, Hamsun se vió a sí mismo como parte de la vanguardia de una aristocracia espiritual europea que rechazaba estos falsos valores y buscaba el desarrollo de una moral y valor del sistema superior basado en la ley orgánica, natural. En un ensayo titulado "De la vida inconsciente de la mente", publicado en 1890, Hamsun expuso su creencia:
Un número creciente de personas que llevan vidas mentales de gran intensidad, estas son las personas mas sensibles por naturaleza. Generación en generación, la cría siempre de nuevo, y cuando se muere la nueva acción continúa, ese es el sentido de la vida eterna.
Hamsun visitó Alemania en varias ocasiones durante la década de 1930, acompañado de su esposa igualmente entusiasta, y fue impresionado por lo que vio. En 1934 fue galardonado con la prestigiosa Medalla Goethe por sus escritos, pero devolvió el premio del dinero como un gesto de amistad y como contribución al proceso nacional-socialista de la reconstrucción social.
Él desarrolló estrechos vínculos con la Sociedad Nórdica con sede en Alemania, que promovió el ideal Pan-germánico, y en enero de 1935 se envió una carta a su revista para apoyar el regreso del Sarre a Alemania. Siempre recibió saludos de cumpleaños de Rosenberg y Goebbels, y con motivo de su 80 cumpleaños del propio Hitler.