En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

viernes, 20 de febrero de 2015

El tribunal de la ley judía..

Desde que en el año 385 d.C. fuera disuelta la institución tras la tan citada persecución romana, dando así comienzo a la llamada diáspora, ha habido numerosos empeños de volver a fundar la célebre asamblea hasta que ésta finalmente lo ha sido. Resulta que tras el comienzo de dicha persecución, el Sanedrín, cuyas actividades habían sido prohibidas por los romanos, cambió su nombre por el de “Beit HaMidrash”, el Consejo de los Sabios de Israel. Con que no había constancia de la existencia de los Sabios de Sion, ¿no? El día 13 de octubre del año 2004, en pleno aniversario de la persecución de la Orden del Temple, los rabinos talmúdicos de la élite de las escuelas sacerdotales o “yeshivot” dieron lugar oficialmente en Israel, suscitando con ello una gran controversia dentro de la comunidad judía, a la fundación del Nuevo Gran Sanedrín, concebido a semejanza del viejo. La tradición judía define al Gran Sanedrín como una asamblea regente compuesta de 71 doctos ancianos. De acuerdo con fuentes de los midrashim y también del Talmud, la institución era de hecho un consejo de sabios instruidos en la ley y el protocolo de Israel. Es del dominio público que desde finales del siglo XIX y también durante el siglo XX, toda una pléyade de eruditos judíos (afinemos más: talmúdicos orientales que se parapetan tras el nombre de los judíos) han venido participando junto con otros en una serie de Congresos Sionistas así como de encuentros oficiales anteriores a la fundación del moderno estado de Israel con el propósito declarado de volver a constituir, siempre con ellos como la principal autoridad, por supuesto, el famoso Gran Sanedrín, con lo cual, los Sabios de Sion no sólo sí existen, sino que lejos de ser una quimera, resultan fácilmente identificables.