¿Sabes por qué me mantengo en silencio? Para que nadie me induzca a decir algo contrario a lo que escribí o hice. Y porque los guerreros al final estamos solos y nadie, salvo el camarada, nos comprende. Y nadie está ya con nosotros, sino las sombras de los héroes muertos.
El 5 de mayo de 1945, Ezra Pound fue detenido por soldados americanos y llevado a un Centro disciplinario de internamiento en Pisa, donde fue metido en una jaula de hierro a la intemperie, en una línea de jaulas en que se guardaban a los condenados a muerte.
El sol y la lluvia le caían encima y de noche poderosos reflectores le impedían conciliar el sueño. A las tres semanas de semejante tratamiento, Ezra Pound tuvo que ser trasladado a la zona médica.
Después de seis meses fue extraditado a EEUU, donde terminó recluido en el hospital psiquiátrico de Saint Elizabeth, en el cual permanecería durante trece años y donde escribiría la mayor parte de sus monumentales “Cantos” (1958).
En 1958 fue liberado tras una cruel reclusión sin haber tenido jamás un juicio ni siquiera excusa, y retornó a Italia.