En este mundo de locura liberal.. todo lo que sea degradación.. decadencia..degeneración o envilecimiento en el hombre esta permitido y es fomentado...pero el verdadero pensamiento independiente que se salga de lo que dicta el sistema.. es severamente penado por todas las cortes del mundo...el "delito de opinión" es el peor crimen que se puede cometer en este mundo de pensamiento totalitario...Oder

viernes, 7 de julio de 2017

Los Gnósticos y Sus Restos


Aunque suene extraño decirlo, el Gnosticismo está en deuda con sus enemigos por la supervivencia de algunas de sus enseñanzas.


El gnosticismo es definido como un emanacionismo, o una filosofía de las emanaciones. Dos cualidades no pueden reunirse en la misma sustancia. Los Universales no pueden llegar a ser Individuales y éstos no pueden llegar a ser Universales.

El espíritu, que es la sustancia común de los Universales, existe de igual modo según estados. El espíritu en sí, es decir, en su propia naturaleza, es incognoscible, pero del espíritu proceden cosas espirituales según un orden descendente. El intelecto es un intangible perteneciente al orden del espíritu, pero en un grado tiene una dimensión y una proporción formales, y está sujeto a definición. La energía, o fuerza, como era conocida en tiempos antiguos, es igualmente una extensión del espíritu, pero esa extensión está sujeta a mayores limitaciones que el intelecto porque es definible. Todas las definiciones definen naturalezas según sus limitaciones. Axiomaticamente, la definición es una limitación.




Al resumir la doctrina del Gnosticismo no es posible considerar las numerosas divisiones que ocurrieron dentro de la secta, ni los elementos más intrincados de sus sistemas. 

De ser un culto simple, el Gnosticismo evolucionó hasta convertirse en una filosofía elaborada y compleja, uniendo dentro de su propia estructura el factor esencial de diversas grandes religiones. La idea central del Gnosticismo era el ascenso del alma a través de etapas sucesivas del ser. 

Esa doctrina probablemente se originó en la astrolatría de Babilonia con su doctrina de una serie de cielos, cada uno bajo el gobierno de un dios planetario. El alma debe subir por esos cielos y sus puertas por medio de contraseñas mágicas entregadas a los guardianes de las puertas. Ese punto de vista recuerda el ritual egipcio de los muertos.