Contrariamente a lo que tantas personas buenas piensan por un completo terror al comunismo, el capitalismo no es libre empresa, un incentivo para el éxito, o una oportunidad para todos.
El capitalismo es consorcio de empresas, especulación, usura parasitaria.
El capitalismo es J. P. Morgan, el banco de Rothschild, destrozando a las naciones como un cerdo enfurecido.
El capitalismo es la sartén judía en la cual la cultura es derretida en la grasa del dinero. Después de ello, como la noche sigue al día, está el fuego judío tres veces más caliente del comunismo.